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Liu Yang siguio a Jiang Cheng con paciencia, un poco pérdida en sus pensamientos, entró a los aposentos del omega, cerro la puerta detrás y volteo donde se encontraba Jiang Cheng, estaba acostado en el mismo lugar de siempre, solo que mantenía una postura que a cualquiera le parecería sensual, esta sonrió.

—Me pregunto que tipo de alfa escogera—Dijo Liu Yang, pronto Jiang Cheng la fulminó con la mirada.

—Ni lo menciones, no ceptare ningún alfa, nunca he estado interesado en uno y dudo mucho que eso cambie.

Jiang Cheng estaba acostado con su brazo derecho como soporte de su cabeza, su cuerpo estaba de lado, haciendo que la prenda en la parte de sus piernas caiga a los lados, mostrando totalmente sus muslos.

—Alteza, intentelo, si no funciona entonces buscaremos otra forma—Liu Yang se sentó al lado de Jiang Cheng mirándolo con la cabeza ladeada.

—Mmhp—Jiang Cheng resongo molesto.

—Tengo una idea, debido que a usted le molestan tanto los alfas deidad entonces ¿por que no intentarlo con alfas mortales?—Hablo con entusiasmo Liu Yang.

Jiang Cheng alzó una ceja, preguntando con la mirada si era en serio lo que le estaba proponiendo.

—Un mortal… Ja ¿crees que un alfa mortal podría resistir?—Jiang Cheng habló con tono sarcástico.

—No me refereria a un solo alfa…

Jiang Cheng la miro serio, procesando lo que le dijo la mujer a su lado, fruncio el ceño cuando entendió.

—¿Me estas diciendo que tendría que ser más de un alfa?—Jiang Cheng se sentó y cruzó los brazos.

—Si, creo que eso funcionaria, vamos que dice.

—Mm…—Jiang Cheng suspiro irritado.—Bien, pero si no funciona ahorcare a ese anciano.

Liu Yang sonrió victoriosa—Esta bien como usted diga, una cosa mas—Liu Yang saco una carta de sus mangas—Es de la secta Wei.

—Mm ya me parecía extraño que no mandaran sus peticiones.

—Dudo mucho que sean un pedido.

Jiang Cheng abrio la carta y empezó a leer.

Estamos sumamente agradecidos con nuestra divinidad, gracias a usted hemos estado en paz por mucho tiempo, nuestra devoción siempre será de nuestro señor, estamos a su total disposicion.

       —Secta Wei.

—Ah, son sus agradecimientos.

—Están muy agradecid-Repentinamente Liu Yang guardo silencio, llevándose una mano a la barbilla, parecía pensar en algo...

—¿Que sucede?

—Alteza, tengo algo que hacer, le dejo—Liu Yang se encaminó a la salida de los aposentos.

—¿Eh?

Jiang Cheng se volvió a acostar esta vez boca arriba, viendo la pintura llamativa que adornaba el techo, habían muchas flores de loto de todo tipo de colores, en medio estaba la marca Jiang.

¿Deberia meditar?

No, tengo hambre.

Más tarde.

Con Liu Yang…

Estaba sentada en total concentración, se encontraba en lo que parecía su habitación, tomando con una pluma un poco de tinta, hacia unos movimientos rápidos y precisos mostrando al final una hermosa caligrafía, parecía concentrada.

𝙰𝙻𝚃𝙴𝚉𝙰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora