Descanso || ElliOli

352 36 18
                                    

Ship: Elliott x Oliver.

Juego: Stardew Valley.

Advertencias: Ninguna.

—Te lo juro, Elliott— escupió fastidiado— Hoy no estoy de humor para tus regaños.

Ellos no peleaban. Jamás lo hacían.
Bueno, quizá si lo hacían, como cualquier relación, como cualquier matrimonio. No era a menudo, había que decirlo, y siempre sabían solucionar las cosas rápido y sin problema, pero por supuesto que a veces tenía que haber un poco de caos en el proceso.

—Y yo no estoy de humor para que te pongas imprudente. Es la segunda vez esta semana, amor, la segunda— lo siguió hasta la cocina después de cerrar la puerta de entrada, prácticamente pisándole los talones—. ¿Sabes cuánto me duele tener que ir por ti con Harvey después de que me avisen que te quedaste inconsciente en las minas? ¿Que estás herido?

—¡Entonces no vayas! — gruño dándose la vuelta bruscamente, logrando que el otro se detuviera también. Elliott odiaba cuando el normalmente suave rostro de su amado se transformaba en el de un animal cuando alguien invade su territorio. Lo ponía nervioso, triste y enojado en partes iguales—. Quédate aquí a escribir y déjame tranquilo. Harvey me pude traer. Ya lo ha hecho.

—No quiero que él te traiga. Eres mi esposo, no suyo.

—¡Entonces deja de echarme en cara lo que haces por cuenta propia! — ladró elevando la voz un poco más.

Elliott se encogió. En verdad no era su intención que se sintiera así, pues sabía que ese era un tema extremadamente sensible para el otro.

—No te lo estoy echando en cara— suspiró tratando de calmar su desesperación. Le frustraba lo terco que podía llegar a ser su pareja, no era normal, pero cuando ocurría el mundo sufría, él incluido—. Sólo te pido que seas más consciente con estas cosas. Ya eres capaz de hacerlo.

—Soy consciente de que puedo hacer las cosas por mi cuenta, Elliott. No soy un niño descuidado.

—¿En serio? — soltó sarcásticamente. Deseo poder regresar el tiempo para golpearse antes de decirlo, en verdad las palabras habían salido sin permiso  y el arrepentimiento llegó tan rápido como una ráfaga de viento.

Contrariamente a lo que Elliott pensó que fuera posible, el rostro de Oliver se tensó mucho más y casi pudo ver un brillo agresivamente rojo en su filosa mirada. Se preparó para que le gritara, o incluso le aventara algo, pero en su lugar sólo recibió un silencio donde casi pudo escuchar los dientes de su pareja rechinar los unos con los otros.

—Vete a la mierda— bufó girando los ojos después de lo que pareció una eternidad. Luego se volteó, dándole la espalda.

Soltó un suspiro aliviado cuando lo vio avanzar un poco más hasta llegar a la encimera de la cocina y comenzar a fingir que tenía que acomodar lo que estaba ahí, aunque todo estaba en orden. Elliott era quien se encargaba de la limpieza y hacía un trabajo excelente por mucho que al castaño le costara admitirlo en ese momento.

Hubo silencio. Tanto como podía haber en una granja, por otro lado, parecía que los animales percibían el conflicto porque el sonido se mantuvo al mínimo, y sólo el agresivo viento gritaba entre los árboles, sin importándole la situación dentro de casa.

Elliott pensó en volver a hablar, porque si bien odiaba las palabras venenosas que podían salir de la boca del granjero, odiaba más que se las guardará y sólo se quedará callado. Inconscientemente velaba por su salud hasta en esos momentos.

Y mientras pensaba que más podía decir para no quedarse estancado en el silencio, observó con atención las vendas del brazo ajeno, la gasa de su mejilla, incluso la rotura de su pantalón, manchado de la sangre seca que Harvey no pudo quitar.

Oliver x (Inserte un nombre)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora