CAPÍTULO 2

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Como todas las mañanas, me baño, me arregló y está vez elijo un jeans roto, una camisa y mis zapatos blancos que no pueden faltar. Bajo a desayunar y me encuentro a mi nana rosa, terminó y me voy para la universidad.

Llegó a la universidad y me encuentro a los chicos en el estacionamiento.

- Buenos días – Digo con una sonrisa mirando a Caleb

- Hola peque, ¿Cómo estás? – Responde mientras me abraza

- Muy bien, ¿Tú cómo estás? – Respondo besando su mejilla - Hola, Egan - Digo tratando de sonar despreocupada

- Hola Atenea - Dice Egan mirando a otro lado

Los tres entramos al edificio y luego de despedirnos de Caleb, caminamos hasta nuestro salón.

- ¿Oye Egan, puedo hacerte una pregunta? – Dije mientras caminábamos

- Ya la estás haciendo - Dijo riéndose - pero dime, ¿Cuál es tu pregunta?

- ¿Por qué hiciste intercambio? ¿No te gustaba Madrid?

- Claro que me gusta, es sólo que necesitaba un cambio – Responde mirando a otro lado

- ¿Pero dejar a tu familia no te parece triste? – Respondí sin entender

- No me parece triste porque no tengo familia - Dijo mientras se tensaba y daba por terminada la conversación

No sé cuál es la verdadera historia de Egan, pero sé que es algo malo y se lo preguntare a Caleb, seguro él sabe que pasa y si no me dice lo averiguaré yo misma.

Las clases transcurrieron tranquilas y a la hora del almuerzo, decidí comer con Caleb porque Julieta no fue en todo el día y Egan tenía unos pendientes. Llegamos al restaurante, nos sentamos en una mesa al fondo y esperamos que vinieran a tomar nuestro pedido.

- ¿Qué van a pedir? - Dijo el mesero

- Yo quiero una hamburguesa doble queso, papas y un té de durazno - Respondí al mesero

- Yo quiero lo mismo, pero con una malteada de chocolate – Dijo Caleb mientras cerraba la carta

- De acuerdo - Dijo el mesero retirándose

- Y entonces, ¿Alguna chica que te guste? - Dije mientras alzaba las cejas

- La verdad hay muchas, pero hay una en especial que se llama Lara - Dice mientras recarga su espalda a la silla

- Me parece que estas enamorado – Dije sorprendida mientras me reía

- No claro que no, yo nunca me voy a enamorar - Dijo despreocupado – no soy hombre de una sola mujer

- Eso dices ahora, pero deja que pase el tiempo - Dije y en ese momento nos trajeron el pedido   

Empezamos a comer y mientras hablábamos de cosas sin sentido, se me ocurrió que era el momento perfecto para averiguar sobre Egan.

- Oye, ¿tú sabes porque Egan dejó Madrid? - Dije mientras tomaba de mi bebida

- ¿Por qué lo preguntas? - Respondió mirándome

- ¿Por qué me respondes con otra pregunta? Sabes que odio que hagan eso – Respondo mientras termino de comer

- ¿Y si le preguntas a él?, no me gusta hablar de cosas que no me corresponden – Dijo mirando a otro lado - además, no se la historia completa

MI PERDICIÓN ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora