Miraba continuamente el techo de este hospital psiquiátrico. Cada vez que pienso en esto como un cautiverio, me dan ganas de romper la ventana y usar los vidrios para apuñalar a las enfermeras y médicos.
Hay dos razones por las que no lo he hecho; la primera de ellas es un amigo que hice en este lugar. Su nombre es Jin Bubaigawara. Si asesino a alguien en este lugar, es probable que me manden a prisión, y Jin se quedaría solo. Al parecer, su estado ha mejorado desde que estoy aquí. Y pensar que todo iniciaría por prestarle un pañuelo para que cubriera su rostro.
Mi segundo motivo es más personal, específicamente, alguien que me gusta mucho. Quién diría que el amor me traería a este horrible lugar. Así es, no puedo defraudar la confianza de aquella persona. Realmente es alguien genial, nunca podría olvidarlo, aunque quisiera.
He perdido la cuenta del tiempo que he estado aquí. A veces me pregunto cómo llegue hasta este punto. En realidad, es más una pregunta retórica, ya que no podría olvidarlo. Todo empezó con mi querido Izuku.
Un sujeto había tratado de abusar de mí, pero terminó con su cabeza rodando sobre mis pies. No era para nada mi tipo, y, aún así, lo maté porque me desagradaba. Además, su sangre sabía horrible.
Salí del callejón. Estaba llena de sangre y heridas, ya que ese tipo sabía pelear muy bien. Caí de rodillas; sufrí mucho más daño del que pensé. Dolía demasiado, tanto que mi cuerpo se estaba rindiendo.
En aquel momento, escuché el sonido de una persona asombrada. Frente a mí, se encontraba un chico de cabello y ojos verdes. Al verme, había dejado caer una bolsa con víveres, y se acercó para analizar mi condición. Solo de verlo, mi corazón empezaba a latir más rápido, mis mejillas comenzaban a arder y no podía apartar mi mirada de su cara.
Su rostro era encantador, lleno de parches y curitas. También tenía un moretón en su mejilla izquierda. Era como ver a mi alma gemela; por un simple momento, había creído en esos cuentos del hilo rojo del destino.
—¿Te encuentras bien?
Aww, está preocupado por mí. Quería contestarle, pero sentía como mi cuerpo no me obedecía. Poco a poco, mi mirada se iba tornando borrosa. Caí rendida al suelo. Solo escuchaba a ese chico intentando llamar mi atención, pero no podía responderle, hasta que, al cabo de unos segundos, dejé de oírlo.
Cuando recuperé mi consciencia, estaba acostada en una cama. Vi los alrededores, y estaba lleno de pósters de súper héroes. En ese momento no lo había notado, pero también la cama tenía la imagen de un súper héroe.
Pensé al momento que era una habitación de un fanático obsesivo. Diría que le gustan tanto los héroes como a mí la sangre.
—Oh. V-veo que te despertaste —dijo aquel chico.
—¿Este es tu cuarto? —pregunté a pesar de la obvia respuesta.
—S-sí.
No entiendo por qué estaba tan nervioso. No es como si fuera a morderlo... A quién engaño, en realidad, el solo verlo me provocaba querer abrazarlo, apuñalarlo y probar su sangre.
—T-te traje aquí porque estabas muy herida —me explicó con un semblante serio—. No deberías salir a estas horas de la noche. Es peligroso.
—Podría decir lo mismo para ti —contesté con una sonrisa en mi rostro, puesto que aún mantenía ese moretón y heridas en proceso de sanación.
—En realidad... esto es por otra cosa. —Se rascó la parte posterior de la cabeza—. Estaba practicando boxeo, y un compañero se pasó de la raya.
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Eres mi salvación [Izuku X Toga]
Fanfiction"El amor es inesperado" Es lo que reflexionaba Izuku Midoriya. Nunca pensó que llegaría ese sentimiento en alguien tan inusual. Himiko Toga llegaría a su vida malherida y afiebrada. El espíritu noble de Izuku actuó antes de siquiera conocer la legal...