World Ixion/SAGA (2da temporada)

World Ixion/SAGA Spin-off 5

Queridos lectores, bienvenidos a la parte 5 del spin-off.

Prepárense para lo que verán, porque será similar a ciertos eventos de la novela pero más crudos.

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Mi nombre es Rudel van Bradford y soy un reencarnado.

Debido a ciertos sucesos en mi vida salí en una misión que mi hogar, el Reino de Altfode solicitó.

Luché contra piratas y luego uno de ellos me dijo que había una recompensa por mi cabeza.

Por eso regresé inmediatamente a casa para patearle el trasero al idiota que me hizo esa broma de mal gusto.

Aunque en estos momentos ya no creo que sea una broma, ya que...

─ ¡Mátenlo!

─Aquel que tome su cabeza será recompensando.

─ ¡El escuadrón Glaive será quien lo mate!

Me están atacando caballeros de mi propio país.

Apenas llegué a una de las fronteras del país, una flota de setenta aeronaves me estaba esperando.

Entablé comunicación con ellos y al instante de hacerlo me dispararon con sus cañones.

Battler está un poco dañado, necesita reparaciones.

Por eso necesitaba ir a mi isla para que Bell pueda repararlo.

Pero estos idiotas comenzaron a atacarme.

Saqué mis hachas y no me importó quienes sean, tratan de matarme por lo que los mataré a ellos.

Mi aeronave estaba con agujeros y humo saliendo de diferentes partes.

Apenas derribamos diez aeronaves y Bell no puede usarla más.

Tras partir por la mitad a algunos, un tipo gritón me atacaba.

─ ¡He estado esperando esta oportunidad, enemigo del Reino!

─Yo, el capitán del escuadrón Pies y heredero de una prestigiosa casa noble, Paulo, tendré el honor de matarte y convertirme en héroe.

─Cierra la boca. No tengo idea de quien seas.

Lo golpeé con mi hacha en la cadera, pero usó su espada bloquear el ataque.

Luego vino mi otra mano y le golpeé en la pierna.

Salió volando a la cabeza de su aliado.

Battler podía combatir si problemas, pero llevo más de cinco horas luchando sin descansar.

A este ritmo perderé.

Maldición, ¿realmente moriré aquí?

─ ¡Maestro!

Bell me llamó.

─ ¡Más aeronaves aproximándose!

Bell me mostró en la pantalla como una nueva flota se acercaba.

─Maldita sea, trajeron refuerzos.

Sin duda estoy muerto.

─ ¡No! Maestro, mire la cresta de la aeronave.

Bell le hizo una aproximación a la cresta, era un emblema muy familiar. Ya que le pertenecía...

─ ¡La casa del duque Bismarck!