20

3.6K 353 94
                                    

Una semana faltaba para terminar de trabajar en la empresa  de Rodrigo. Algo dentro suyo deseaba que ocurriera pero siempre que lo pensaba había algo que lo inquietaba ¿Quería irse o quedarse?.

-Última semana Ivan- Habló Nicolás a su lado sacándolo de su burbuja. Ambos estaban en la cafetería en la cual se encontraron por casualidad.

-Si, ultima- Respondió con desinterés.

-¿Como se sintió trabajar con Rodrigo? No entiendo como lo aguantaste.

¿Realmente lo había aguantado? Al principio si pero ahora, era diferente. No sentía molestia de ir a trabajar, deseaba la atención de Rodrigo, quería que lo deseara como ocurría al principio.

-Supongo que me acostumbre y me supe adaptar a su manera alocada de ser.

-Capaz tenes suerte y te contrata definitivamente.

Nicolas alzó los hombros y el asintió no muy convencido, no quería hacerse ilusiones. Una mujer de pelo negro y flequillo se acercó a ellos con una sonrisa, era un rostro nuevo para él  y su acompañante no se quedaba atrás.

-Buenos días, les quería preguntar ¿Dónde se encuentra la oficina del señor Rodrigo Carrera?.

-¿Me podría decir su nombre?- Intervino Nicolas.

-Soy Micaela Suarez y vengo por el puesto de secretaria.

-¿Secretaria?- Susurró Ivan.

-Si, lo vi en la página de búsqueda de la empresa.

Ivan se quedo congelado, la mínima ilusión de seguir trabajando en el futuro se esfumó en segundos. Nicolas confundido también acompañó a la chica, saliendo por la puerta.

-¿A qué estás jugando Carrera?- Se susurró a sí mismo con un poco de enojo. Lo conocía muy bien como para saber que esto era una trampa de él.

Decidió salir tambien de la cafetería y logró ver como Camila tenía varias carpetas en sus manos que casi tapaban su cabeza, solo se podía observar sus ojos. Se acercó rápidamente, tenia que sacarse las dudas de su cabeza o esta noche no podria dormir.

-¡Camila!-

La nombrada se dio vuelta y le brindo una sonrisa

-Ya se termina tranquilo, no lo vas a tener que bancaria más.

-No me iba a quejar, al contrario me pareció raro pensé que me iba a dejar.

-Pero esto era lo que querías y aparte vos sabes que yo solo hago mi trabajo.

Tenía razón, al final era lo que el pidió desde un principio, deseo que terminará y ahora no quieria irse. Camila lo saludo y se perdió entre la gente que caminaba por empresa, algunos tenían varias carpetas y otros simplemente hablaban mientras tomaban un café.

Soltó un suspiro, aparte se había enterado que Santiago había sido despedido que por una lado era mejor, tener un enemigo en el trabajo era agotador.

Tomó la valentía y se dirigió a la oficina donde se hacían las entrevistas, había varios chicos y chicas, muchos más que cuando el se postuló, el silencio reinaba el lugar.

-Te hago una pregunta ¿Rodrigo cuando empieza a llamar?- Habló uno de los chicos el cual se notaba bastante nervioso

-Lamento hacer que esperen y que les hayan pasado las cosas mal, pero el puesto que se van a postular es para cocinero. Hubo un error de tipeo.

Varios de los que estaban ahí se les notaba el enojo, pero nadie dijo nada y solo se dignaron a abandonar el lugar en silencio. Se quedo hasta que se fuera la última persona y entró a la habitación sin tocar la puerta.

Rodrigo estaba sentado en su gran silla, tenía una camisa blanca, los dos primeros botones desabrochados y las mangas arremangadas hasta los bíceps. Su pelo estaba levemente despeinado y en su rostro su tipica sonrisa de arrogancia y soberbia que lo caracterizaban.

-Pensé que nunca ibas a llegar.

-¿Qué estás haciendo?.

-Lo que vos querías desde el primer día, nada más.

-¿Y lo que quiero ahora?.

-¿Realmente me lo queres decir?.

Rodrigo se cruzó de brazos y su mirada pasó a estar seria, buscaba llevar a Ivan al limite, hacerlo desear. Quería que deseará.

-Estoy esperando a que me lo digas Ivan.

No podía hablar, por alguna razón sus palabras estaban atacadas en su garganta y la mirada seria con superioridad de Rodrigo, no lo ayudaban para nada.

-Esta bien, llama a los postulantes.

-No hay, no vino nadie.

-¿Una de las empresas más famosas de todo el mundo, no va a venir nadie?.

-Nadie vino.

-Así que los hechaste.

-Nunca dije eso.

-Yo sí

Rodrigo se levantó de golpe de la silla, esto le permitió a Ivan observar con Rodrigo no llevaba un pantalón de vestir, si no un jean negro y pegado a su cuerpo.

-¿Entonces queres seguir trabajando acá?.

-Sí.

-Una desgracia que hayas tenido que hechar a los demás postulantes, no se que imagen tener sobre vos.

El tono de Rodrigo era muy sarcástico, lo que lograba provocar a Ivan para reaccionar de alguna manera.

-¿Podría tener yo a alguien que manipulo un puesto para seguri en la empresa?.

Rodrigo se acercó a él para colocarse adelante suyo y mirándolo a los ojos.

-¿Podria confiar en vos Buhajeruk, cuando haces cosas atrás mio?.

-Si podes Carrera.- El lugar quedó en silencio, poniéndolo nervioso. -Esas personas no estaban aptas para ocupar mi puesto.

-Eso lo decido yo.

-¿Por qué mierda te cuesta el pedirme que me quede?

- ¿A mi me cuesta o a vos? ; ¿Quién tiene miedo de pedirme algo? ¿Yo o vos?.

Ivan no dijo nada, solo podía mirarlo a los ojos. Rodrigo tenía razón, era un cobarde en estos momentos.

-¿Pensas que nadie es apto para tu puesto? ; ¿Qué tenes de diferente?.

-Soy el único que te hace cumplir las cosas y el único que te aguantó.

-No te tires tantas rosas Buhajeruk.

-No lo hago, sabes que es verdad y te duele .

-¿Tanto te duele que te pueda cambiar?.

-Rodrigo dejame trabajar acá Carrera.

Había usado su último recuerso y había llegado a su limite. Rodrigo se cruzó de brazos sonriendo con maldad y soberbia. Conocía esa sonrisa y no era nada bueno.

𝐴𝑟𝑟𝑜𝑔𝑎𝑛𝑡𝑒 ᶜᵃʳʳᵉʳᵃ ˣ ˢᵖʳᵉᵉⁿ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora