𝟎𝟐

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 Los Angeles, una ciudad realmente hermosa, el sol solía brillar fuertemente durante la mayor parte del día, se oía el hermoso trinar de las aves y los típicos sonidos de ciudad, pero hoy no era uno de esos días, el cielo se encontraba completamente nublado y los primeros indicios de lluvia comenzaban a hacerse presentes.

Mientras tanto en el Aeropuerto internacional de Los Angeles, o mejor conocido por los californianos como 'LAX' un pequeño grupo de personas se despedía tristemente de una joven pelirroja.

-Ya Marcus suéltala, su avión esta casi por abordar.- exclamó tristemente Roxanne su ahora ex ama de llaves.

El pequeño niño de 8 años se abrazó nuevamente al torso de la pelirroja como intentando evitar de esa manera que esta abordara su avión.

-No quiero que te vallas Meg.- sollozó el pequeño mientras gruesas lagrimas se deslizaban por sus mejillas.

La pelirroja se agachó a la altura del pequeño y secó las lagrimas que caían precipitadamente de los grandes ojos verdes de este.

-Voy a volver a visitarte, ¿si?, te traeré regalos y nos desvelaremos viendo caricaturas.- le susurró la joven al chico tratando de calmarlo, este asintió mientras que un hermoso brillo se formaba en sus ojos, cosa que causó un vuelco en el corazón de la pelirroja.

Repentinamente fueron interrumpidos por el sonido de las bocinas seguido por una voz.

-Ultima llamada para los pasajeros del vuelo 553 con destino a Vancouver, por favor dirigirse a la puerta de embarque.- finalizó la voz.

La pelirroja abrazó fuertemente a Roxanne y se separó dirigiéndose a los 2 adolescentes que se encontraban levemente apartados.

-Hey Keery, ¿Estas llorando?.- soltó la pelirroja sintiendo como sus ojos se cristalizaban.

-Joe es un marica.- exclamó su mejor amiga Maya empujando levemente al chico tratando así de disimular las lagrimas que amenazaban con salir.

-No-no es cierto, so-solamente me cayó algo en el ojo.- se defendió el chico de cabello perfecto haciéndose aire con la mano.

La pelirroja se arrojó a los brazos de sus mejores amigos, Maya y Joe se habían vuelto como sus hermanos desde que llego a los angeles hace ya 8 años, desde ese entonces se habían vuelo inseparables.

-Los amo idiotas.- sollozó la pelirroja mientras las lagrimas comenzaban a deslizarse lentamente por sus mejillas.

-y nosotros a ti estúpida pelos de menstruación.- el comentario de la castaña logró desatar las risas del grupo. -Hey, te dejamos un regalo en tu maleta, ábrelo cuando llegues ¿Si?.-

La escena fue interrumpida por Roxanne quien la apresuraba al ver a las personas comenzando a dirigirse al área de embarque, la pelirroja tomó sus maletas y corrió hacia el área anteriormente indicada mientras se despedía con la mano de sus seres queridos.

Finalmente ya se encontraba dentro del avión, observaba por la pequeña ventana como este comenzaba a alejarse del suelo, fue ahí donde comenzó a pensar, ¿estaría haciendo lo correcto en volver? Sabia que su padre había muerto hace 3 años en prisión de una falla cardíaca y su madre le había dejado la casa en herencia, posiblemente nadie la recordaría cosa que la hacia sentirse calmada, así podría comenzar su vida desde el inicio.

Finn, repentinamente el nombre de ese muchacho llegó a su cabeza, ¿seguirá recordándola? ¿Vivirá aún en la casa de su madre?, la única incógnita que tenia mas sentido para la chica fue la segunda, aún eran pequeños cuando esta se fue con su abuela así que posiblemente el se había olvidado de ella desde hace varios años.

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⏰ Última actualización: Sep 24, 2022 ⏰

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𝑷𝒓𝒐𝒃𝒍𝒆𝒎𝒂𝒕𝒊𝒄 ┊ ➶ 。˚ ° 𝙵𝚒𝚗𝚗 𝚆𝚘𝚕𝚏𝚑𝚊𝚛𝚍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora