-¡Maldición Megan eres una estúpida inútil!.- Exclamó furioso el adulto notoriamente ebrio.
-P-pero papá y-yo me esforcé mucho.- Murmuró nerviosamente la pequeña pelirroja de apenas 11 años mientras gruesas lagrimas se deslizaban por sus sonrojadas mejillas.
El adulto se dirigió furiosamente frente a la menor y le estampó una bofetada haciéndola caer al suelo fuertemente.
-El segundo lugar es el primer perdedor Megan, te eduqué para que fueras la primera en todo y lo único que estas haciendo es ser una estúpida fracasada, en esta casa no voy a aceptar a una maldita perdedora así que vas a aprender desde ahora a no deshonrarme .- Soltó fríamente el hombre comenzando a desabrochar su cinturón.
Ya sabía perfectamente lo que sucedería y sabía que al ser tan pequeña no tendría la fuerza suficiente como para evitarlo, así que lo único que le quedó por hacer fue ahogar un pequeño sollozo y esperar a que todo acabara.
﹋﹋
La pelirroja se encontraba en su cama, sus ojos ya hinchados de tanto llorar se encontraban cerrados, no estaba durmiendo, solamente se encontraba cansada.
Unos golpes en su ventana la hicieron reaccionar, se levantó y movió la cortina dejando que la luz del día se filtrara, dirigió su vista al frente para encontrarse con su pequeño vecino arrojando piedras a su ventana.
Este, al ver que logró llamar la atención de la chica hizo un movimiento con su mano indicándole que saliera, la niña al ver a su mejor amigo sonrió y asintió.
Lentamente bajó las escaleras llegando a la planta baja, observó que su padre se encontraba dormido en el sofá de la sala con la televisión aún encendida y una cerveza en la mano, sigilosamente se dirigió a la puerta principal tratando de no hacer ningún sonido, al encontrarse frente a esta la abrió lentamente y salió de la casa volviendo a cerrar.
Dirigió su mirada hacia la vereda donde su mejor amigo le enseñaba los pulgares con una pequeña sonrisa, esta tan rápido como pudo corrió hacia el niño y se abrazó con fuerza a este, al separase del abrazo el pequeño tomó el rostro de su mejor amiga y lo examinó con preocupación viendo las heridas reciente es este.
-¿Otra vez?.- cuestionó el joven de 12 años observando seriamente a su amiga.
Esta simplemente asintió bajando su mirada al suelo. El pequeño rizado jaló a su amiga hasta llegar a su hogar, al entrar a la casa el chico vigiló no encontrarse con su madre y rápidamente subió a su habitación con la chica.
Esta se sentó en la cama del niño y lo observó irse a buscar el botiquín.
﹋﹋
-Oye Finn- Soltó la pelirroja mientras su mejor amigo colocaba una bandita en su mejilla.
-¿si?.- esbozó el rizado deslizando un pedazo de algodón con alcohol por las heridas del rostro de la pequeña.
-¿crees que si llamo... la policía me ayudaría?.- soltó con cierto tono de nerviosismo elevando al mismo tiempo su mirada hacia el niño frente a ella.
-Claro que si, podríamos pedirle ayuda a mi mamá y contarle todo, al fin te librarías del patán de tu papá.- soltó el niño colocando sus manos en los hombros de su amiga.
Ambos se miraron seriamente y asintieron.
Bajaron a la planta baja y se dirigieron a la cocina donde la madre del pequeño Wolfhard se encontraba de espaldas a ellos hablando por teléfono. La mujer al notar la presencia de los pequeños se volteó, pero al notar el estado de la niña colgó rápidamente la llamada y se colocó frente a ella.

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𝑷𝒓𝒐𝒃𝒍𝒆𝒎𝒂𝒕𝒊𝒄 ┊ ➶ 。˚ ° 𝙵𝚒𝚗𝚗 𝚆𝚘𝚕𝚏𝚑𝚊𝚛𝚍
Fanfiction┊ ┊ ┊. ➶ ˚𝓓𝓸𝓷𝓭𝓮 𝓕𝓲𝓷𝓷 𝓿𝓾𝓮𝓵𝓿𝓮 𝓪 𝓮𝓷𝓬𝓸𝓷𝓽𝓻𝓪𝓻𝓼𝓮 𝓬𝓸𝓷 𝓼𝓾 𝓹𝓻𝓲𝓶𝓮𝓻 𝓪𝓶𝓸𝓻 𝓞 ┊ ┊ ┊. ➶ ˚𝓓𝓸𝓷𝓭𝓮 𝓜𝓮𝓰𝓪𝓷 𝓻𝓮𝓰𝓻𝓮𝓼𝓪 𝓪 𝓥𝓪𝓷𝓬𝓸𝓾𝓿𝓮𝓻 𝓬𝓸𝓶...