Mi Odioso Vecino "Kiss Me Slowly" (3ra Temporada) Adaptada EXO Kai & tu <3

Capítulo 16: Like I'm gonna lose you

*Narras tú*

Habían terminado las clases, y caminé hasta la dichosa fuente con la curiosidad picoteandome la cabeza. Iba casi corriendo, y mis tenis golpeaban la banqueta con fuerza.

¿Quién era? ¿De dónde venía? ¿Cómo me había conocido? Porque tuvo que haber sabido lo mucho que amo comer los hot cakes de esa forma.... sólo alguien cercano sabe que mamá solía darnos eso de desayunar todos los días.

Justo al llegar a donde la nota me indicaba, me detuve a mirar hacia todos lados con los ojos entrecerrados por la luz del sol. Escaneé el lugar durante un minuto, en busca de la cabellera dorada. Me senté en la orilla de cemento que era parte de la fuente, y respiré profundamente antes de seguir buscándolo.

Había un chico rubio con lentes grises, haciendo trucos en su bicicleta junto a un chico de cabello rojizo. ¿Sería él? No. Era imposible, ni siquiera me sabía su nombre.

Había otro chico de cabellos dorados sentado bajo un árbol a unos pasos más allá, leyendo un libro. Me levanté lentamente. Podría ser qué él era el responsable de aquellos poemas, y me estaba esperando bajo ese árbol para decírmelo. A lo mejor, no necesariamente era alguien que me conocía... a lo mejor, él había investigado acerca de mí y.... Y entonces alguien me tocó el hombro, desde mis espaldas. Me giré, con ambas manos temblando ligeramente por los nervios. Cuando mis ojos se encontraron con los suyos, no sabía si marcharme enseguida o quedarme.

No sabía exactamente qué diablos le pasaba por la mente cuando me escribió aquello.

Quería abofetearlo.

*Narra Kai*

D.O tocó la puerta de mi habitación cerca de las 2 de la tarde. Aún faltaba una hora para ir a recoger a mi princesa, pero ya estaba listo para ir por ella en este mismo instante si así ella lo quería.

Se dejó caer en la silla del escritorio y se impulsó con los pies, dando vueltas mientras sonreía como un tarado.

—  ¿Por qué esa sonrisa?

Le pregunté, levantando una ceja.

Él tamborileó sus dedos sobre el escritorio y su sonrisa parecía agrandarse cada vez que sus dedos tocaban la superficie. Estaba comenzando a ponerme nervioso y asustado.

—  D.O...¿Todo está bien?

—  Hablé con Mare el día de hoy.

Oh, vaya, pensé que algo realmente grave había pasado. Jamás lo había visto sonreír tan grande como ahora.

—  ¿Y de qué han hablado?

Le pregunté, consultando mi reloj ansioso porque fueran las 2:50 para echar mi marcha a la Residencia de __________.

—  Del cumpleaños de TN, pero eso viene sobrando.

Se acomodó en la silla, y se llevó ambas manos a su nuca, recargándose por completo en el respaldo, con la cabeza apoyada en sus manos entrelazadas.

—  Ha sido maravilloso. He podido volver a hablar con ella sin sentir a la incomodidad colándose dentro de la conversación.

—  Ya veo.

Suspiré. -¿Crees que la sigas queriendo como antes?

Resopló, y su sonrisa se volvió torcida con el dolor que le provocó aquella pregunta. Se llevó sus manos a sus muslos y restregó sus palmas en su pantalón de mezclilla.

—  ¿Quererla como antes? Nunca la quise.

Se quedó unos momentos pensando, y una mirada de tristeza enmarcaba su rostro.