EL PRIMER VISTAZO
Steph
–Hoy nisiquiera dormí –suena mi alarma– subo mil fotos al insta fingiendo que soy muy feliz...
Nunca coloquen una canción que les guste como alarma porque la terminaran odiando.
Me despierto a las 5 am para alistarme e irme al colegio, el agua es tan fría como Alaska pero así mismo debo entrar a la ducha.
Termino de vestirme y salgo a la acera a esperar a mi tío quien es el que me acerca al colegio.
Luego de 10 minutos incómodos en el auto llegamos a nuestro destino.
–Adiós –me despido– al salir me iré sólo a casa.
–Ok, cuidate –mis tíos también me despiden.
Al llegar todo es igual que siempre, muchas personas y muchos grupos que se separan a hablar de sus intereses.
Ya tenemos dos semanas de haber empezado las clases y siguen apareciendo alumnos nuevos, la mayoría de nuevos ingresos.
Siempre hay un grupo con un balón de basquetbol en la cancha, son las 6:30 am y ya están jugando, me acerco hacía ellos para hacer un par de tiros, no es por alardear pero todos entran directos a la malla.
El timbre suena y todos nos reunimos en el patio para los "Buenos Dias" que se resume en media hora del director hablandonos acerca de diversos temas, nunca le presto atención porque siempre dicen lo mismo, prefiero jugar con las tiras que tiene mi bolso a los costados.
Cuando terminan de dar las nuevas informaciones cada curso sube a su respectivo salón, en mi salón se concentran los más estúpidos de todo el colegio, esa es la mejor palabra para definirlos.
Entro de último y voy directo a mi asiento que está frente a la puerta –me gusta ver a la gente que pasa– veo que frente a mi se sienta una chica nueva, el puesto que ella tomó es el de mi mejor amiga Valentina, así que ella al llegar le pide que se mueva a otro sitio, la chica nueva se mueve sin quejarse, por lo que veo no quiere problemas con nadie, lleva puesto una mascarilla ya que es obligatorio por la pandemia, por la máscara no detallo bien su rostro sólo sé que es de piel morena, cabello negro azabache y los ojos negros más lindos que he visto, sobre estos hay una largas y rizadas pestañas que los adornan.
Mi amigo Brandon que se encuentra a mi lado también la nota.
–Esta chica está muy bonita – dice sin quitarle los ojos de encima, yo niego con la cabeza como si no me importara.
Por ser nueva la profesora le pide que se presente.
–Usted, la nueva –indica la profesora– diga su nombre.
Ella se quita el tapabocas para poder hablar y en efecto, es muy bonita, aunque mi amigo desiste de la idea.
–Era bonita hasta que se quitó la mascarilla –comenta Brandon sólo para nosotros, yo sigo pensando que tiene un rostro angelical.
–Rose –dice la chica nueva– Rose Nera.
Que precioso nombre, Rose del inglés es rosa y Nera que del italiano se traduce en negra, Rosa Negra, su nombre representa la flor que más amo.
Su voz al momento fue de mi agrado, tiene un tono melifluo e infantil, me dan ganas de escucharla hablar por horas hasta dormirme.
La clase termina sin tener ningún contacto con ella, el único que se acercó fue un chico que conozco hace un par de años llamado Mike.
Así transcurre una semana sólo con miradas. En esta semana está más que claro que Mike está interesado en ella, y yo no le dejaré la partida tan sencilla.
El día de hoy es igual que los de antes solos que hoy llegué un poco tarde y ya todo el grupo está en el salón, me quedo en la puerta esperando a que la profesora se digne a dejarme pasar y la veo, Rose está de frente a mi, yo desde fuera de la puerta y ella en el fondo del salón, nuestras miradas se funden, y trato de intimidarla, me gusta intimidar con la mirada, ni se inmuta, sólo hace un claro movimiento con la boca <Hola> acompañado de un pequeño saludo con la mano, yo la sigo haciendo lo mismo.
–Pasa Lewis –la profesora es cool, está un poco loca pero es cool.
Lo primero que observo es que Mike está sentado en mi puesto, y a su lado está ella –ya encontré una forma de joderlo– camino hacia allí y lo encaro.
–Mike permiso –trato de ser cordial– es mi silla.
–¿Si? –pregunta burlón– ¿acaso tú la compraste? Vete a otro sitio hoy yo me senté primero aquí.
–¿Tu te sentaste primero?
–Si –dice sobrado.
–Bueno... ahora preguntame.
–¿Qué? –pregunta confundido.
–Preguntame si me importa –contesto certero mientras Rose se ríe, que hermosa sonrisa tiene.
Luego de una pequeña discusión logro hacer que se levante y me deje al lado de Rose, ella es nueva en la institución y yo ya tengo dos años estudiando aquí, así que me hace preguntas referentes al colegio que le contesto con todo gusto.
–En la clase de hoy tendrán que trabajar en grupos de cinco –dice la profesora dando inicio a la clase– el tema principal son las cuencas hidrográficas.
Como dije tengo años con este grupo y ya los conozco a todos, excepto a dos o tres que son nuevos.
Mi grupo lo conforman Sofía una chica nueva que ya es como mi super amiga, Brandon, Erick un chico que conocí el año pasado y Rose.
Sofía y Rose se esfuerzan porque todo quede bien y los chicos y yo nos damos unas vueltas por los demás grupos, ventajas de tener la letra un poco deteriorada.
Hasta ahora este ha sido el día que más compartí con ella, todo el grupo estuvo reunido casi todo el día, y cada vez me voy dando cuenta de lo perfecta que es.
En este día conocí muchas cosas de ella, un par de amigas, otros amigos que tenemos en común y a su novio.
Si, tiene novio, un chico de último año, aproximadamente de mi estatura, un poco más rechoncho y de lentes, este idiota no es competencia para mi.
–Steph el es Klay –lo presenta– Klay el es Steph
Extiende la mano y me presento con indiferencia.
–¿Que tal? –es lo único que le digo
–Todo bien –Responde él
Nos miramos mal, el sabe que yo estoy creando una cercanía con Rose y eso hace que le hierva la sangre.
Sé que no será fácil, porque ella se ve muy enamorada, pero hasta la más enamorada termina cayendo en mi juego y no creo que ella sea la excepción.
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Rosa Negra
RomanceSoy Stephen Lewis siempre conocido con el seudónimo Steph, soy un chico común, apasionado por el basquetbol que cursa su penúltimo año de preparatoria. A mi edad hay muchos chicos que son unos "rompecorazones" como diría mi abuela, que no les import...