Amarga Paciencia

•2•

Alexby se dirigió inmediatamente al hogar del castaño, esto debido a un mensaje de urgencia por el mayor. Al llegar, el castaño le abrió la puerta, se veía tan lúgubre y serio como siempre, aunque con un toque de incertidumbre.

Luzu le invitó a pasar a su hogar, para así comenzar a conversar, el castaño contó su situación actual, se veía tenso pero no triste. Acarició gentilmente la espalda del mayor en símbolo de apoyo.

"Mira Luzu, me alegra no verte llorar por un niñato, bien hecho" Dió dos golpesitos en la espalda del mayor en señal de apoyo "Segundo, quiero comprarte ropa nueva compa, pareces emo del año 2012, así que dormiré en tu casita y mañana te compraré ropa bien sexy, para que te vayas a comerle la boca a Vegetta".

Ahora la carcajada del castaño no se hizo esperar, extrañaba las conversaciones con el pelinegro, así que no se opuso a la salida planeada unilateralmente, a pesar de que odiaba salir de su cómodo hogar, el menor se veía tan inspirado que no tenía la opción de negarse, no con él.

El y Alex cenaron juntos, para después irse a dormir, el más bajo, con su carácter gruñón e irónico, hacía carcajearse al castaño mayor, además de que se encargó de animarlo, le dió algo más valioso; compañía.

Al día siguiente, fue llevado a rastras a una tienda de ropa del pueblo, lo ayudó a elegir ropa, que según Alex era menos emo, más gótica culona. Agradeció que la ropa fuera te tonos oscuros o negra, aunque quizás era demasiado sensual para su gusto, era un regalo de parte de un gran amigo.

Fue obligado por Alexby a cambiarse de ropa inmediatamente, casi empujándolo a un probador de la pequeña tienda. Le permitieron mantener sus pantalones y zapatillas, pero no su habitual poleron negro.

El mayor le dió a cambio otro poleron negro, que con suerte cubría los pectorales del mayor, dejando su plano vientre al descubierto, cosa que lo ponía ansioso y miedoso.

Terminó llegando a su casa con mucha ropa nueva, agradeció varias veces a Alex y le compró un cono de helado gigante por su tiempo invertido.

Llegó a su hogar a probarse ropa con más comodidad, irónicamente, la ropa le gustó bastante, quizás no era su estilo, pero podría adaptarse.

¿Nunca les ha pasado que derrepente quieren lucir bien?

Bueno, este era exactamente el pensamiento de Luzu, quería lucir lindo, aunque este no sabía que ya era precioso, pero bueno, detalles. El día de hoy se sentía con bastante ánimo, así que no se hecharia para atrás.

En unos minutos tendría reunión con la manada de locos, y realmente no le gustaba mucho la idea, pero si iba a ser un héroe tendría que hablar con sus tontos compañeros en contra de su voluntad. Se armó de valor, y decidió peinar su cabello un poco diferente el día de hoy.

Puede que para muchos no sea la gran cosa, pero para alguien lleno de inseguridades como Luzu, era un inmenso paso. Arregló su cabello, dejando al descubierto su ojo izquierdo, más no lo peinó.

Su cabello se veía igual de despeinado que siempre, pero se sentía diferente, y eso le encantó.

Este día no deseaba encantar a Quackity, solo a Luzu, y tal vez, a un joven de cabellos oscuros y brillantes ojos violetas.

Pero solo tal vez.

Gracias a sus dispositivos disponibles, llegó rápidamente al castillo del jefe de los guerreros, siendo tan puntual como siempre, llegó primero.

Saludó con la mejor sonrisa al dueño del hogar, recibiendo un saludo igual de brillante y dulce, con una mirada cargada de amor. Realmente no esperó que Vegetta notará su cambio de peinado, pero el elogio hizo brincar su corazón.

Se quedaron conversando, entre risas y bromas, hasta la llegada de los demás guerreros, acompañados del desconocido que ayer le estaba comiendo la boca a Quackity.

Aquel mexicano saludó animosamente al castaño, después de todo, Quackity no vió a Luzu ayer, recibió un pequeño ademán del mayor.

Vegetta los invitó a pasar (Amenazados de no romper nada, cabe destacar) a la sala de reuniones, sentandose las 12 personas presentes, Luzu, inconscientemente se sentó a la derecha de Vegetta, mientras seguían su anterior conversación en un volúmen moderado.

"Disculpen, pero tengo curiosidad ¿Quién es esta persona? Yo estaba en una misión impuesta y la verdad es que sé poco o nada." Habló el castaño con un tono ligeramente serio pero tranquilo.

El jefe de los guerreros se encargó de explicar quién era aquella persona, al parecer, se llamaba "Sapo Peta" Nombre poco ortodoxo si le preguntan. Luzu se presentó ante Sapo Peta, solo con su nombre completo, apodo y una pequeña bienvenida al pueblo.

Así, continuo la reunión, conversaron la aparición del volcán, aquella roca, lo ocurrido con Titanicus y demás, entre cortos coqueteos por parte de Sapo Peta, cosa que incomodaba ligeramente al castaño.

Cuando la reunión por fin acabó, se sintió un poco más relajado, hasta que fue llamado por el moreno de ojos lilas, por lo cual no dudó en acudir a su llamado. Vegetta le dió pequeños cumplidos por su aspecto en esta ocasión, aunque también se encargó de recalcar que el "Luzu emo" era simplemente encantador, haciendo que sus ojos se iluminarán con la ilusión del amor, el cual llevaba tiempo proyectando el mayor.

Recibiendo risas sinceras por parte del castaño, el menor, aún no respondía la propuesta de Vegetta, pero planeaba hacerlo pronto, muy pronto.

Cuando oscureció, abrazó al mayor y besó su frente, deseando unas muy buenas noches al dueño de aquel castillo negruzco, al cual por cierto, dejó embobado con su dulce muestra de afecto.

Y así, comenzó el viaje a su cálido hogar, mañana hablaría con el joven moreno con ropa de tonos morados.

El próximo capítulo es el último. <3