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Ya no era una pregunta, era una afirmación. Sabía que no tenía pruebas, ni forma de demostrarlo más allá de simples observaciones, tal vez el problema no era su amigo sino él, pero desde el fondo de su corazón sabía que era la respuesta correcta.

Que era la realidad a la que quería llegar y a la que debía llegar.

Por otro lado el Kirishima sonriente solo hacia, lo miraba con una sonrisa y un brillo de orgullo en sus ojos. No era nadie, no tenía conciencia realmente y solo actuaba como los recuerdos que las estrellas tenían del verdadero, no había forma de explicarlo, pues su existencia era provocada como consecuencia de un error, de algo que la realidad se negaba a creer y debía tapar. Aun así, él era completamente consciente que la persona a la que estaba reemplazando, quería que Kaminari Denki fuera consciente de lo que estaba viviendo, aun si lo negaba, él realmente quería tener a alguien a su lado.

–Eso depende de quien quieres que sea, ¿Tu amigo gracioso o la persona que te gusta?

Denki abrió la boca unos segundos pero después la cerró. Quería a Kirishima, al verdadero, al que le gustaba y decirlo en voz alta era muy difícil.

También porque tener al Kirishima real no solo significaba eso. No solo era dejar de tener a ese sonriente y alegre, sino también soportar ver a su amigo llorando, soportar verlo en un estado muy malo, ¿Realmente podría? Quería ayudarlo a que estuviera bien, pero no sabía cómo.

“El no es real. Es como hablar con una pared.”

Por primera vez, después de mucho tiempo, su expresión pasó a una completamente seria y solo por unos segundos se permitió a sí mismo dejar de ser el chico gracioso y despreocupado de su curso.

–Aunque sea doloroso, quiero al Kirishima Eijiro del que me enamoré, el que realmente me gusta.

La realidad hizo un gran quiebre en el momento en que esas simples palabras salieron de los labios de Denki, por un momento el rubio sintió un mareo y su vista empezó a ser borrosa. Cuando intentó enfocar no pudo, solo podía escuchar los ecos de las palabras del falso Kirishima y unas terribles ganas de llorar. 

–Es lo que él quería que eligieras…Ya no quiere estar solo.

Poniendo su brazo en sus ojos para evitar que alguien viera sus lágrimas, se dio la vuelta para empezar a correr. Mientras lo hacía podía escuchar la voz de quien creía que era su amigo desapareciendo.

“Buscalo, tu sabes donde esta.”

En un momento vio que Mina se acercaba al mismo lugar en donde él estaba, y la escuchó hablar completamente sola. Ya no importaba nada, al parecer solo su alma había sido capaz de librarse de esa fina capa que le impedía ayudar a la persona que más quería.

 Ya no importaba nada, al parecer solo su alma había sido capaz de librarse de esa fina capa que le impedía ayudar a la persona que más quería

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En una habitación completamente oscura, el dolor, el pánico y el cariño se hacían solo uno.

La respiración del pelirrojo se hacía cada vez más fuerte mientras sus manos temblaban y su corazón latía tan fuertemente que solo podía pensar que en cualquier momento dejaría de hacerlo.

Maldición y amistad «Kirikami.»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora