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En un mundo lejano de líneas temporales y viajes en el tiempo,existía un conde y un rey. El rey era codicioso con su pueblo, siempre fingió con su reino, fingió ser buena persona para ganar méritos y dinero más que nada, fingió ayudar gente pero en realidad solo eran sus guardias vestidos de gente pobre, siempre quedaba como el bueno solo por dinero, en este mundo sin dinero no eres nadie.

Mientras tanto el conde,que solo gobernaba un pueblo,era juzgado por disque ser tirano pero en realidad era lo contrario a ello, el era un conde magnífico,su pueblo estaba mejor cuidado que el reino vecino,flores por todos lados. Se notaba demasiado que ahí no vivía gente pobre, todos ahí eran tranquilos, solo una parte del pueblo la otra parte eran codiciosos, estafadores, envidiosos y muy interesados.

Regresando muy antes de la explicación de el conde y el rey, en ese reino solo existía una pequeña regla, más de reglas eran estándares mientras más guapo sea tu prometido, más privilegios tienes decían que si tú comprometido era guapo tu eras más hermosa, por a ver conquistado al más guapo, te consideraban más hermosa y te daban pases gratis para cambios de luck y maquillaje gratis.

La mujer más hermosa era una chica llamada "Emma sano" la consideraban hermosa por qué se había comprometido con "Ken Ryuguji" uno de los más guapos del reino, solo por llevar su pelo negro y un tatuaje de dragón en su cien.

Eran la única pareja que estaba en el puesto 1°

En ese reino casi casi la belleza lo era todo,las mujeres feas no podían pasar a spas o a tiendas que vendían cosas femeninas. ¿Por qué? Era lo que siempre se preguntaba un chico peli blanco, con ojos lilas, casi iguales a unos zafiros y un cuerpo delgado.

El se preguntaba el "¿Por qué?" Las mujeres feas eran rechazadas, las mujeres no son feas, ninguna mujer es fea solo existen hombres ciegos que se fijan en el físico. Wakasa imaushi un bibliotecario simple y común, no le interesaba nada que no fueran sus libros, pero si le molestaba que los hombres les dijeran feas a las mujeres solo por no maquillarse, quien le diría eso a una mujer que no quiere maltratar su piel. El maquillaje sintético era peligroso para la piel de las mujeres, en cambio el maquillaje natural no maltrataba ni así daño a la piel de las mujeres.

Wakasa tenía una vida cotidiana y normal por así decirlo ya que; Despertaba, desayunaba, iba a la biblioteca donde trabajaba, acababa su hora, iba y comía, cerraba la biblioteca y se iba a su casa donde solo tomaba un te. En resumen su vida era muy aburrida todos los días.

Un día normal como todos, se levantó y se alistó para ir a su trabajo. Saliendo de su casa se encontró con varias chicas que siempre susurraban entre ella, y no no era por qué era lindo si no que era por envidia, era hermoso y parecía una muñequita de porcelana, eso odiaba wakasa, odiaba que las mujeres lo mirarán con envidia y que no lo mirarán tal vez como un chico guapo al cual pudieran comprometerse, no no era así.

Caminaba directo a su trabajo hasta que encontró varios carteles donde anunciaban un tipo baile para comprometer al conde con una bella dama.

"Que patético"  dijo wakasa

Wakasa celoso era una ternura, es difícil ponerlo celoso si no tienes conexión con el.

Llegando a la biblioteca encontró a Arashi con una chica de cabello ondulado, su pelo era corto y tenía una flor en su cabeza. Observando bien vio como Arashi reía junto con la chica, se veía "enamorado"  tal vez Arashi ya encontró a su alma gemela.

Se acercó y Arashi lo miro, camino hacia el junto con aquella dama.

—¡wakasa!—dijo el hombre de tes morena—mira te presento a Saly una chica nueva en el pueblo.

☆ My soul mate [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora