9. Eres valiente.

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Su puño sube, se detiene, y baja por tercera vez.

Los pasillos se encuentran vacíos y el silencio vuelve la situación un poco más incomoda ya que los pensamientos se vuelven más fuertes en su cabeza. Si se concentra, leves sonidos mezclados que vienen de distintos departamentos llegan a sus oídos, incluyendo voces y televisores.

Jungkook mira la puerta con el número "13", pensando si realmente fue buena idea ir hasta allí, sin realmente saber que decir y siguiendo sus impulsos brutos.

"Pareces un maldito idiota, solo te disculpas y te vas." Jungkook se susurra a si mismo, para luego suspirar.

Asiente una sola vez para darse seguridad y toca la puerta, arrepintiéndose de su decisión al segundo.

Al pasar ya un minuto y con su poca paciencia y vergüenza mezcladas, decide comenzar a caminar alejándose del departamento, mientras rasca su nuca. Si alguien del gimnasio lo viera en esa situación, sería la burla de todos sus amigos hasta el día de su muerte.

El sonido de una puerta abrirse hace que sus ojos se agranden, buscando automáticamente donde esconderse sin tener éxito.

"¿Jungkook?" La voz suave de Jimin hace que Jungkook deje de caminar.

"Mierda" Susurra Jungkook para luego voltear.

"Hola." El pelinegro mira al rubio unos segundos, notando su cara confundida.

"¿Qué haces aquí? ¿Sucedió algo?" Jimin habla una vez más, saliendo unos pasos fuera de su hogar completamente sorprendido de ver a aquel chico frente a su puerta.

"Yo...yo solo vine a decirte que..."

Jimin lo mira expectante al ver como el pelinegro parece estar teniendo una batalla interna consigo mismo.

"¿A decirme... qué cosa?" El tono de voz suave de Jimin hace que Jungkook se sienta más tranquilo, ayudando a que esos pensamientos de más se esfumen de su cabeza.

Muchos pensarán que parece un idiota por no poder decir una simples palabras, pero Jeon Jungkook nunca pide disculpas. No importa la gravedad del asunto, no importa que tan culpable se sienta. Su manera de pedir perdón es con acciones, demostrando que le interesa arreglar las cosas, pero nunca diciendo esas palabras de su propia boca.

Sus amigos saben como su personalidad funciona y lograron comprenderlo después de tanto tiempo que pasan juntos, pero fuera de su circulo normalmente las personas piensan que es un imbécil de primera.

Lo que nadie sabe es que a la ultima y única persona a la que le pidió disculpas fue a su madre.

Solo a ella.

Y ahora a Jimin.

"Quería disculparme contigo por lo de hoy." Jungkook se acerca un poco hasta la puerta del departamento, mirando a Jimin sin poder mantener sus ojos fijos por mucho tiempo.

Jimin al escuchar esas palabras abre sus ojos grandes, subiendo sus cejas levemente, creyendo que es todo una extraña broma. Su corazón se acelera y luego de unos segundos su expresión se suaviza, notando el nerviosismo de Jungkook y sabiendo que probablemente le está costando decir esas palabras, pensando que honestamente sin importar su ropa oscura, sus tatuajes y sus músculos, se ve adorable.

"Las cosas que dije, ya sabes, la forma en la que te trate, estuvo mal." Jungkook prosigue ante el silencio del rubio, temiendo ser echado a patadas.

Jeon Jungkook, el mejor boxeador de la ciudad y el menos expresivo, le teme a una reacción del bonito bailarín rubiecito.

"Jungkook..." Jimin dice, casi en un susurro. Su cabeza se encuentra ladeada y sus brazos cruzados, mirando al pelinegro con una expresión que cualquiera pensaría que guarda cariño.

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⏰ Última actualización: Sep 26, 2022 ⏰

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Dulce VictoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora