capítulo 5

5.3K 586 569
                                    


Cuando Harry y Louis entraron, decir que todos se quedaron mirándolos es poco. El omega apretó la mano ajena con la suya para calmar los nervios que sentía. Odiaba tener todas esas miradas encima de él y no sólo eso, odiaba y le incomodaba que pertenecieran a sus excompañeros del colegio.

Por suerte, Niall estaba pendiente de su llegada, así que cuando los vió, inmediatamente los arrastró con él hacía los asientos que había escogido. Louis había quedado en medio de Harry y el omega rubio, al lado de su amigo estaba una de sus excompañeras, que era una de las pocas que ambos omegas toleraban y junto al alfa, estaba un beta que fue muy unido a Louis y Niall en el último año del colegio.

La primera hora había pasado sin inconvenientes, eso hasta que Samantha decidió acercarse.

—¡Niall! ¡Louis! —saludó sonando terriblemente falsa e hipócrita. —Me alegra verlos después de tanto tiempo.

Sí, claro.

—¡Samantha! Nos encantaría poder decir lo mismo. —le respondió Niall, imitando su tono de voz y fingiendo una sonrisa. Harry y Louis le dieron un sorbo a sus bebidas, mirando hacia otro lado.

La chica ignoró el comentario del rubio y se giró hacia donde estaba Louis.

Lou, así que ya tienes alfa. —dijo sonriendo. —¿No piensas presentárnoslo?

Louis recordó cuando años atrás, escuchó esas mismas tres palabras, en el mismo tono y preguntadas de la misma manera.

—Sí. —respondió luego de un rato. —Él es Harry, mi alfa.

El nombrado alzó una de sus manos a manera de saludo, fingiendo una sonrisa y con cero ganas de dirigirle una palabra a esa omega con aroma que lo hacía querer vomitar.

—Un gusto, Harry. —dijo la omega de cabello negro. —Soy Samantha. Louis y yo éramos muy buenos amigos.

Pff, amigos. —bufí Niall, poniendo los ojos en blanco.

—Sí, he oído algo sobre eso. —respondió Harry, sonando más grosero de lo que quería.

Luego de unos momentos, Samantha por fin se dio cuenta que nadie de ahí quería hablar con ella, así que simplemente se fue, regalando otra de sus falsas y estúpidas sonrisas y prometiendo que más tarde presentaría a su alfa con ellos.

—¿Quién es ese que no deja de mirar hacia acá? —preguntó el alfa rizado a Louis, haciéndolo sobresaltar por la cercanía.

Louis estaba conversando con Niall y no se había dado cuenta de que alguien estuviera mirando hacia donde ellos estaban.

Disimulando, se giró hacia donde el alfa le dijo y pudo ver a quién se refería.

—Leonardo. —respondió fastidiado.

—¿Y él es?

—Un idiota.

Y es que en verdad lo era, ni siquiera lo toleraba. Leonardo había sido uno de los pocos alfas que le gustaron en secundaria y fue una verdadera tortura ese año y medio en el que estuvo suspirando por aquel alfa. Al principio era todo normal, Louis sintiéndose atraído por él de forma secreta, sólo con Niall sabiendo pero, luego cometió el grandísimo error de contarle a Samantha sobre su pequeño gusto por el alfa y ella se encargó de contarle a todo el colegio, incluido él. Cuando el chico se enteró, supo aprovecharse de eso y, como sabía que el omega no sería capaz de negarle nada, porque, primero, le gustaba hacerle favores a todos y segundo, estaba tan ido por el alfa que difícilmente le diría que no a algo. Simplemente empezó a escribirle por mensaje y buscarlo cuando necesitaba cosas relacionadas con el colegio y clases que más se le dificultaba y, durante todo un año y medio, Louis estuvo pasándole sus tareas, apuntes y cosas así mientras que el alfa le decía a todos que no era su tipo y a veces hasta hacía comentarios burlones sobre el cuerpo del ojiazul. En ese año y medio, gracias a todas esas cosas, casi termina perdiendo el año escolar. Sí, aún se arrepiente de eso y cree que toda la vida lo hará.

pretending (but not so much) [l.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora