andrómeda

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Porque la distancia nos mata, pero tú también lo haces

Es impresionante, el como el silencio puede enfermarte, enfermizo el silencio que te aterra, porque el silencio dice más que mil palabras,y crea ese sentimiento de incomodidad inquebrantable-

Finalmente, siente el frío sudor recorrer sus mejillas, paseándose desde su frente hasta el final de su barbilla para finalmente caer rápidamente por su cuello,revuelve con cuidado el te, retira la cuchara y lleva la taza a su boca, mira a la chic...

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Finalmente, siente el frío sudor recorrer sus mejillas, paseándose desde su frente hasta el final de su barbilla para finalmente caer rápidamente por su cuello,revuelve con cuidado el te, retira la cuchara y lleva la taza a su boca, mira a la chica frente suyo,tan pálida que el color se asemeja a el de una persona enferma,pero a su ves contrarrestado por el color rojo en sus mejillas, mira con desinterés una carta en sus manos, tocando los bordes de estos, recorriendo los con sus dedos arrastrando los por las puntas puntiagudas para al final tocar el seyo en rojo que une los dos pedazos de papel para quedar sellado.
Ahora que a terminado su pequeña y rigurosa exploración de la carta, que a los ojos de navier eran extremadamente tierno, devuelve su mirada inquieta a la rubia

-querida navier, te eh dicho alguna vez mi nombre? Lo eh pensado mucho y no recuerdo haberlo echó realmente- cae en cuanta en ese pequeño detalle, nunca pregunto por el nombre de la que hasta el momento había optado por proclamar "la albina"

-estas en lo correcto, mi niña, supongo que no me eh dado el debido tiempo de preguntarte, aunque ya sea nuestro segundo encuentro tal parece que es un detalle que deje pasar lamentablemente-rie mientras oculta su boca con una de sus manos y cerrando sus ojos, a rashta le parece encantadora

-hgm, mi querida navier acaso usted me a llamado niña? Que clase de mujer de gran clase es usted para referirse a mi de esa manera?- dijo con un falso enojo, inflando sus mejillas y moviendo sus manos en un ademán de ira fingida, en pequeño puchero, adorable piensa navier

- mi nombre es rashta, lo sé es hermoso no hace falta que lo digas, me lo dicen todo el tiempo- solo puede pensar en lo infantil que es la mujer frente a ella

-bueno, señorita rashta no cree usted que es un poco creído de su parte decir eso?-

-uh, porque lo sería, es la verdad pura! Te lo juro por el meñique- guiño si ojo y sonrió -lo juras?-pregunto sin más -lo juro.-

Y así siguió la tarde, con charlas sin sentido y risas momentáneas, al final lo único que hicieron fue acostarse una al lado de la otra mirando el atardecer floreante y despampanante, con esos colores rosas, naranjas y amarillos,poco a poco navier fue vencida por el cansancio del momento.

La albina se fue acurrucado en el cuerpo de la mayor, quedando una de sus manos al otra lado del cuerpo de la mujer y con su cabeza en parte de su torso, jugaba con los mechones rubios, haciendo remolinos con éste, unos pocos rayos de sol golpeaba contra su cara, y ahora pensaba, en como podría ser capaz alguien de no amar a esa mujer.
Pese a que eran pocos los días donde estuvieron juntas, podía sentir confianza en ella, en la manera cariñosa en la que le hablaba, avergonzada en parte, como si nunca hubiera hablado con alguien más de esa manera, a veces se quedaba callada por largos, rashta piensa que es tierna, a su modo.

-Caminaba por el bosque, tratando de no rasgar mi ropa y piel, moviendo algunas ramas para abrirme camino a través del extenso lugar, no recordaba que era lo que había pasado, ni donde estaba, el vestido que usaba estaba sucio,con manchas de sangr...

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Caminaba por el bosque, tratando de no rasgar mi ropa y piel, moviendo algunas ramas para abrirme camino a través del extenso lugar, no recordaba que era lo que había pasado, ni donde estaba, el vestido que usaba estaba sucio,con manchas de sangre ya seca y lo que parecía ser tierra, al igual que mi cara,los árboles era anchos y largos, sus copas de colores verdes intensos, a lo lejos pude divisar un campamento cerca de un lago, no muy profundo por lo que alcanzaba a ver. me movió con cautela hasta llegar a dónde se encontraba el lugar, parecía un poco vacío, y me preguntaba si había alguien viviendo ahí, las cosas parecían no haberse tocado por al menos unos días, entre a la desolada tienda de colores beige, no era muy grande, aunque perfectamente podría uno vivir sin muchos problemas, estaba un tanto temerosa por lo que le fuera a pasar, y si se encontraba con alguien malo? Alguien que le haría daño?

Tenia las breves esperanzas de que alguien allí me ayudará, le pedía a dios que alguna persona, sin importar quien, me ayudará, sin embargo parece que mis súplicas fuera ignoradas ya que dentro de la tienda no había nadie, o eso parecía. busque un poco de ropa en los baúles que había dentro, por suerte encontró un vestido, no muy viejo y tampoco tan gastado.

Era de color blanco y largo, con encaje en el final del vestido y alrededor de el cuello, con mangas largas pero aún así la tela era sumamente fina y se transparentaba con la piel

Con inseguridad entre a el agua de aquel lago, estaba helada por no decir más, pero esperaba que de alguna forma mi cuerpo se acostumbre a el clima del agua.
Mientras el agua recorría cada centímetro de mi cuerpo me detuve a pensar, no recordaba mucho y el lugar no meera conocido, recorrí con la vista lo que era mi abdomen con algunos moretones y arañazos,toque cada herida de mi cuerpo, viendo con detenimiento cada una, que me había pasado antes de olvidar?
Me hundí un poco más en el agua, llegando a mi nariz. Tan pacífico, las aves cantaban, y se podía escuchar el ruido de las hojas al chocar la una contra la otra, era tranquilo, estar en el agua cristalina, poder ver lo que se encontraba en mis pies y respirar profundamente el olor a pinos que invadía mis fosas nasales.

Tan hundida en mis pensamientos que fue muy tarde para darme cuenta que alguien se acercaba, las pisadas fuertes que se avecinaba.

SEXOOOOOOOOO

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SEXOOOOOOOOO

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My Little Secret (En Revisión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora