juegos

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Sentada frente a su padre la joven estaba a nada de golpearse la cabeza contra la mesa, su padre estaba a nada de ponerla en jaque y no quería perder... Otra vez, su cerebro analizaba cada movimiento en el tablero, debía haber alguna forma de ganar, su padre la observó de reojo por sobre el libro que estaba leyendo.

— Mierda.— murmuró la chica viendo cómo otra vez perdía.— bien, si sigo con esto acabaré limpiando toda la casa.— dijo levantándose, derrotada, ahora debía no solo lavar la ropa, sino que lavar la loza, barrer la cocina y limpiar el patio, malditas apuestas.

Después de terminar sus deberes la chica estaba sentada en la sala viendo televisión cuando su hermano menor entró al lugar con un nuevo videojuego, poniéndoselo casi en la cara para invitarla a jugar, bueno que podría pasar.

— ¡A la derecha! ¡A la derecha!— gritaba el pelirrojo tratando de indicarle a su hermana donde debía ir.

—¡Mátalo! ¡Mátalo!— le decía la chica al haber sido vencida por uno de sus adversarios.

Si, quizá eran algo competitivos, debía parar un rato.

— Voy a ver si Dee quiere jugar a algo.— le dijo al pelirrojo caminando a la habitación de su rubio hermano, golpeó la puerta antes de abrirla, mandando a la mierda la mirada molesta de su hermano.

— Toca la puerta.— le dijo el rubio mirándola por encima del libro que leía.

— ¿Y que crees que hice? No escuchaste por estar escuchando tu música pop, además ¿Como iba a abrir la puerta sin tocarla?— pregunto con burla la joven.— ¿Jugamos a algo?— pregunto sentándose en la cama de su hermano...

— El primero en ser poseído pierde.— TN asintió sentada frente a la tabla de ouija.

—¡Santa mierda!— exclamó TN antes de tirarle agua "bendita" al tablero.— sin groserías.— regañó al "demonio' invocado.

Si , los juegos con Dee no eran tan seguros.

La familia ya había cenado, estaban todos sentados en la mesa, esperando a chess, quien vendría a jugar cartas con ellos.

Maldito juego, pensó TN viendo cómo terminaría perdiendo todo su dinero contra su tío.

— Bien, me retiro.— dijo la chica, entregándole sus últimas fichas a sus hermanos, caminado hacia su madre, preguntándole si quería otra cerveza antes de sacar una del refrigerador para ella.

Con cerveza en mano, TN miraba como sus padres prendían fuego a el juego de cartas, al parecer estaba maldito, la chica sonrió de lado, quizá había sido su culpa, se encogió de hombros con una sonrisa girándose a su tío.

Los juegos con su familia eran tan divertidos.

My metal familyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora