Narra Fabián Hoffman
—Besarte no fue una molestia —me miró a los ojos y sus mejillas se sonrojaron
Ella se levantó nerviosa y desvío la mirada
—¿Me prestarás ropa? —preguntó bajo
Me acerque a ella y la tomé por la cintura, ella nerviosa posó sus manos sobre mis brazos
—Fabián —susurro sobre mis labios
Acerqué mi boca a la suya y estuve a punto de besarla hasta que escuche unos toques insistentes
—Tocan —se alejo de mi lentamente y mordí mi labio inferior, salí de la habitación y me encaminé a la puerta
Abrí y la persona que ví me amargó el día, ella sonrió y entró al departamento sin mi permiso
—¿Qué haces aquí Gabriela? —dije serio
—Vine a verte amor... Siempre te quedas en la casa de tus padres —se sentó en el sofá
Vi en dirección al pasillo para comprobar que Grecia no venía
—Vete —dije serio
Ella abrió sus ojos como platos y se levantó
—¿Me estás echando? —acercó su rostro al mío —¿Seguro?
Asentí
—Quiero que te vayas, ahora.
Ella beso la comisura de mis labios y aleje mi rostro, la separé de mí pero oí una puerta
—¿Estás con alguien? —arqueó una ceja
—No es asunto tuyo —dije seco
Ella asintió y rápidamente fue a la habitación, la habitación donde estaba Grecia
—¡Estás con una de tus zorras! —grito y abrió la puerta donde estaba Grecia
Se quedó inmóvil, me asome en la habitación y Grecia miraba a Gabriela y viceversa
—¿Quién es ella? —dijo mirándola
—Gabriela, vete. Por favor. No tienes nada que ver aquí —iba a tomarla del brazo pero se acercó a Grecia
Grecia me miró un segundo
—¿Quien...eres? —la vio de arriba a bajo
—Soy Grecia —respondió tímida
—¿Ahora eres su zorra de turno? —dijo con voz acusadora
—Gabriela, vete ahora. —la tomé del brazo pero ella se safo
—No. —dijo haciendo que Grecia se sobresaltara —¡Cuando se aburra de ti —le gritó a Grecia —¡Volverá a mí! ¡¿Oíste Perra?!
—Basta...
Grecia no me dejó terminar ya que levantó su mano derecha y la estrelló contra la mejilla de Gabriela
—Soy su Futura Esposa —sus ojos mostraba irá
—¿Futura...Esposa? —dijo Gabriela en susurro —¿En verdad vas a casarte?
—Dije que te fueras —la tomé del brazo y la saqué de la habitación a la fuerza, intentó zafar mi agarré pero la tomé aún más fuerte
—¡SUÉLTAME! ¿Desde cuándo estás comprometido? —abrí la puerta —¡Hace apenas unos días estábamos acostándonos! ¡FABIÁN!
La empuje y cerré la puerta en su rostro. La oí gritar y golpear la puerta pero la ignore
ESTÁS LEYENDO
Una Vida a tu Lado
RomanceUn matrimonio por contrato. Grecia ha sido obligada a casarse con un desconocido para salvar la empresa familiar, pero lo que no sabe es que en realidad sus padres la obligaron a eso para poder salvarla de un enemigo. Al conocer a su esposo, se lle...