LXXV

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—Heeseung— Jay se asomó al cuarto de huéspedes.

El castaño había pasado en cama todos los días, salía pocas veces, a veces ni siquiera para comer, y vivía de duchas frías en la madrugada luego de horribles pesadillas o recuerdos con su novio.

A la vista de Jay, parecía un chico con el corazón echo pedazos, pero el sabía que era mucho más que eso.

—Está la cena, amigo— murmuró, se acercó a él, colocando una mano sobre su hombro.

El castaño asintió, y Jay dio unas suaves palmadas en su espalda a los pocos segundos, al ver que no movía, hasta que con cansancio se levantó de la cama y marchó a pasos lentos hasta la salida.

Escuchó unos golpeteos rápidos en el suelo que se acercaban y alzó su vista al conejo marrón que venía saltando hacia él, y sonrió un poco al verlo emocionado, cosa que no pasaba mucho en estos tres días que habían pasado.

Sunoo pegó un salto frente a él y el muchacho castaño de largas orejas sonrió.

—Hoonie-Hyung dice que ya edta viniendo— dijo con alegría.

Heeseung sabía que era mentira.

Sonrió y acarició su cabello con ternura, pasando su pulgar por una de sus orejas.

—Me alegro mucho, pequeño.

—También dice que vendrá con Wonie.

La sonrisa de Heeseung se borró, dejó de acariciar al híbrido y Sunoo dejó de sonreír para mirarlo confundido, el castaño apartó su mano de su cabello y apretó los labios para no llorar.

—Seungie-Hyung...— Sunoo no sabía por qué el humano estaba tan triste, suponía que era porque estaba muy enfermo y se sentia mal, y que el gatito negro faltara tampoco ayudaba, lo abrazó porque a él siempre lo hacían sentir bien los abrazos de Sunghoon cuando estaba enfermo—. Sé que extrañas mucho a Wonie, yo también lo extraño mucho, Kiki también; pero él estará bien y volverá pronto, Sunghoon no miente, por que él es bueno, y si dijo que vendría con tu gatito es por que lo hará.

Heeseung se dejó consolar por Sunoo, su abrazo era suave, y en parte lo necesitaba.

Sunghoon también lo abrazaba cuando estaba mal, pero no podía hacerlo desde el hospital.

Y ahora que lo pensaba, debía visitarlo.

—Jungwon puede estar enfermo, pero ya se va a curar, tu también— dijo Sunoo, y Heeseung sonrió por tanta inocencia—. Y volverán a estar juntos como antes.

—Sí, Ddeonu... Creo que debería comenzar a curarme un poco, así lo ayudó a Sunghoon a traer a Wonie...

—Es una buena idea― admitió el conejo.

Se separó del abrazo y le dedicó una brillante sonrisa que lo contagió un poco.

Heeseung se volteó hacia Jay, el moreno estaba apretando sus labios y sus puños con fuerza.

—¿Y a ti que te pasa?

—No quiero llorar— murmuró, y Heeseung rió.

—¿Te refieres a llorar como un perrito?

El moreno asintió, su rostro estaba rojo, y le parecía gracioso.

—Vamos, perrito— Hermoso se acercó a él y acarició su cabello en su nuca, lugar que siempre veía a Jake rascar como su fuera detrás de las orejas de un perro.

—No, no, no...— Heeseung estaba impresionado de que se inclinará más a su tacto, por más de que se negara—. Ay, Heeseung, te odio... Te odio, te odio tanto.... Déjame o voy a morderte.

—¿Tu pierna se está moviendo porque estoy haciendo esto?

—¡Qué no, no!

Jay lo empujó para respirar pesadamente, sus mejillas estaban rojas de vergüenza, y Heeseung simplemente estaba fascinado con lo que acaba de ocurrir, nunca lo hubiera esperado de su amigo, que siempre se veía serio la mayoría del tiempo.

Jay lo apuntó con un dedo de forma amenazante.

—No lo vuelva a hacer en tu vida porque te voy a morder.

🐈‍⬛ Bad Luck 🐈‍⬛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora