Baji había retado a Mikey a enamorar y conseguir la virginidad de ese chico bonito de ojos azules de segundo y después humillarlo enfrente de toda la escuela.
Mikey acepta con tal de demostrar lo fuerte y atractivo que es.
Draken tiene la obligación...
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A Draken casi se le cae su tenedor.
¿Razón? Bueno...
¡Hoy era el día en el que Mikey llevaría a cabo su plan!
No sabe si sentir lastima o no por el chico del que sus amigos tanto hablan. Quizás y están siendo demasiado crueles con Takemichi, pero si dice eso en voz alta, sería prácticamente cabar su propia tumba y eso no es muy conveniente para él. No quiere volverse enemigo de sus amigos —sabiendo como pueden llegar a ser— suficiente de enemistad tuvieron cuando Kazutora se cambió de secundaria solo para estar con un tal Hanma, o como Baji prefiere decirle "Con aquel naco". Tampoco es como si sus amigos —especialmente Keisuke — piensen si quiera en olvidar ese hecho.
Draken negó con su cabeza y miró fijamente su almuerzo. Escuchar a sus amigos no le está ayudando para nada con su reciente dolor matutino de cabeza.
Aún no lo entendía ¿Cómo es que no ha podido persuadir a su mejor amigo?
Quizás sea que a veces Mikey llega a ser muy persistente y enfadoso con las cosas que realmente quiere.
—¿Es necesario que le lleve un ramo de rosas?— Mikey hizo una mueca con su cara.
—Si, si planeas enamorar al chico, es necesario.— Oh pobre Mitsuya, si supiera que lo que Mikey planea en realidad es un poco alejado de lo que les dijo.—O puedes empezar con una carta en su casillero, es más discreto.
Una carta... Draken pensó que esa podría ser la manera perfecta de hacerle saber al tal Takemichi las intenciones de su amigo, sin que nadie sospeché de él.
—Ni loco, prefiero mil veces darle el ramo de rosas en frente de media escuela a una estúpida y cursi carta.
—Creó que es mejor la idea de la carta.— Hakkai habló.—Con lo poco que he hablado con Takemichi, me di cuenta de que a él le van más las cosas sencillas.
—Umm.— Mikey se llevó un dedo a su mentón.—Supongo que eso puede funcionar.— Mikey todavía no estaba muy convencido de esa idea, o bueno, Draken hubiese pensado eso si no fuera por sus siguientes palabras.—No existe probabilidad alguna de que se atreva a rechazarme.— A veces el egocentrismo de Mikey llega a los límites de Draken.
—Espera... ¿No estarás planeando declarartele de una, verdad?— Chifuyu dejó su almuerzo de lado al ver la cara de confusión de Mikey.
¿Por qué su líder era tan lento para algunas cosas?
—Lo que quiero decir es que si te declaras hoy mismo a través de la carta, ¿Qué te asegura de que Takemichi crea lo que dices, y no piense que solo es una ridícula broma de mal gusto?
A los ojos de Draken, lo último que dijo Chifuyu es verdad.
"Una ridícula broma de mal gusto."
—¿Baji-San, alguna idea?— Chifuyu buscó a su novio con la mirada, en busca de ayuda.
