El Rey de la Isla (Descendientes)

Prólogo

El joven de solo 15 años miro a la mujer que estaba a sus pies con frialdad.

Su cuerpo estaba rodeado de cadenas de hierro y le era imposible moverse.

—Tú...—empezó a decir Maléfica con un claro odio.—¿Cómo pudiste hacerme esto?

No estaba gritando, no demostraba enojo en su rostro pero el odio en sus palabras era más que claro.

—Ustedes se lo buscaron.—dijo Malice mientras veía a su madre.—No nos dejaron opción, eran ustedes o nosotros pero siempre fue así ¿Verdad madre?

Maléfica levanto la mirada y apretó sus dientes.

—No me llames madre.—le dijo con un tono cortante.

—Tienes razón.—dijo Malice mientras sujetaba las cadenas.—Nunca fuiste una madre, nunca nos amaste.

—No había razón para hacerlo.—fue lo único que le respondió.

Malice sujetó las cadenas de hierro entre sus manos y sin dudar empezó a arrastrar a su madre.

El chico nunca había estado más agradecido por haber heredado más de Chernabog que de Maléfica como ahora.

El hierro quemaba a las hadas pero la sangre del demonio en su interior era más fuerte.

Las cadenas le impedían a Maléfica moverse libremente y de hecho se apretaban cada vez más contra su cuerpo con cada movimiento que ella hacia.

"Realmente debo recompensar a Carlos y al resto por esto." Pensó Malice mientras salía de Bargain Castle.

Arrastro a Maléfica sin preocuparse mucho por ella, ella nunca se había preocupado por él, Mal o Hadie.

—¡Rey!—grito Rose fuertemente.

La joven junto con sus hermanos venía arrastrando al Rey y a la Reina de Corazones, la mujer gritaba sin parar.

—¡Suéltenme montón de mocosos malagradecidos!—les grito la Reina, Iracebeth con gran furia.

La mujer estaba sujetada con cadenas de color rojizo, su cabello despeinado y su ropa manchada de suciedad daba una vista lamentable.

Pero a nadie le importó.

Su esposo por otra parte caminaba con grilletes en tobillos y muñecas, se veía bastante feliz a decir verdad.

Malice no sé quejo ni opino.

El Rey de Corazones a pesar de ser algo tonto había sido una buena persona con ellos, con Rose y los demás VK.

Era uno de los pocos adultos que no iban hacer realmente castigados.

—El tipo está de lo más feliz.—comentó Ace que era quien guiaba al Rey.

Rose y Ace, los hermanos gemelos de la pareja llevaron a ambos adultos a lado de Maléfica.

El Rey quedó de pie mientras que la Reina gritaba en el suelo que la soltaran.

En segundos algunos VK llegaron con sus padres amarrados por las cadenas.

Jay, Evie, Carlos y otros se veían muy felices por al fin tener que dejar de sufrir a manos de sus padres.

Otros se veían algo preocupados, aún no creían que su plan hubiera funcionado.

Y un tercero grupo que estaba en medio de ambos, estaban felices pero sentían que era un sueño.

Que en cualquier momento despertarían y descubrirían que sus padres aún estaban libres.

—Malice.—le llamo Mal que venía junto a Hadie.—Los Hunos vienen en camino, Shan Yen está muy feliz.

—¡Pecadora insolente! ¿¡Cómo te atreves a hacernos esto!?—grito Claude Frollo que era arrastrado por su hija, Claudine.

La niña arrastraba a su padre y a su hermano con ayuda de algunos piratas los cuales se reían fuertemente.

—Has que se callen.—le pidió Claudine con una voz serena y tranquila a Malice.—No se han callado en todo el día.

Malice soltó un suspiro y solo asintió con la cabeza.

La verdad es que oír a Claude Frollo y a su hijo todo el día era agotante para cualquiera.

Uma llegó arrastrando a su madre y a su padre, los cuales llevaban grilletes en muñecas y tobillos, el Dr. Facilier y Úrsula quedaron de pie junto Anastasia y Drizella Tremaine.

Cerca de Uma estaba Freddie la cual solo acomodaba los grilletes que estaban en sus padres.

—¿Dónde está Uriah?—le pregunto Gil a su capitán.

—Celia se quedó con él.—le dijo Uma mientras se ponía a lado del chico.—Era lo mejor para él.

Gil solo asintió con la cabeza mientras que Isabella le sujetaba de la mano.

—¿Y a ti qué?—le pregunto Uma al ver los moretones en el rostro de Gil.

—Ellos se lo causaron.—dijo Isabella mientras señalaba a Gastón y a sus hijos gemelos.

—¡Rey!—grito un chico fuertemente, por su voz cualquiera podía notar que estaba feliz.—¡Aquí los traemos!

Shan Yen, el hijo de Shan Yu, estaba arrastrando a su padre y al resto del ejército Huno siendo ayudado por su grupo.

Shan Yen era el líder de los hijos de los Hunos, él con su grupo habían atrapado a sus padres y los habían estado arrastrando desde el bosque en dónde vivían hasta el lugar de reunión.

A lado de Shan Yen estaba Shan Saran, su hermana menor quien sujetaba las armas de su grupo.

Shan Yen dejo a los Hunos con el resto de los adultos y se paró frente a ellos.

Malice miro a su alrededor; Los VK estaban de pie junto a él, formando un semi-círculo mientras que sus padres estaban en el medio.

Los adultos estaban separados por 2 grupos.

El primer grupo estaba de pie, sus grilletes solo estaban en los tobillos y las muñecas los cuales eran unidos por cadenas, eran hombre y mujeres que sí se habían preocupado por sus hijos por lo que serían perdonados.

En este grupo se encontraban: Las hermanas Tremaine, el Dr.Facilier y Úrsula, el Señor Smee y su esposa, el Rey de Corazones, Vanessa y su esposo Pena que estaba junto a Pánico, Jasper que estaba a lado de Horace, Scar y sus 3 hienas, LeFou y su esposa, Hades y algunos criminales menores como la madre de Gil e Isabella.

El segundo grupo estaba en el suelo, las cadenas rodeaban todo su cuerpo para evitar su fuga, algunos gritaban exigiendo ser soltados y otros solo veían a sus hijos con claro enojo, este grupo era el que no había cambiado ni con el nacimiento de sus hijos o nietos.

Algunos de sus hijos, los cuales no iban a cambiar, también estaban amarrados.

En este grupo estaban: Claude Frollo y su hijo Freddy Frollo, Lady Tremaine, el Capitán Hook, Gastón y sus hijos gemelos que llevaban su nombre, la Reina de Corazones, Zira, Shan Yu y sus Hunos, Cruella de Vil y algunos miembros de su familia como Ivana de Vil y otros criminales menores.

Malice dió un paso adelante, los susurros que lo rodeaban se detuvieron.

—Empecemos.—dijo el joven con una voz fría y cortante.