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Narra Grecia Evans

Mi vida se ha vuelto un huracán de cosas, primero me caso dentro de tres meses con un hombre que no amo. Descubro que mi madre es la amante del padre biológico de mi futuro esposo ¿Pero cómo? Algo dentro de mi me dice que hable con ella, pero ese hombre lo dijo, y ella ni siquiera lo negó, no dijo nada. Ahora tengo que vivir en la casa de Fabián, con el, y cuando esa mujer vino a insultarme de esa manera y simplemente exploté

Salí de la habitación con la camisa de Fabián puesta, olía muy bien, me llegaba hasta más arriba de las rodillas, algo tímida salí de la habitación y fui a la cocina

Hasta ahora me había puesto a observar el departamento, es grande, hay tres habitaciones, dos de ellas con baño y otro al final del pasillo, la sala era compartida con el comedor y la cocina tenía una linda isla, la sala tenía acceso a una bonita terraza, me asome por está y ví la ciudad nocturna

Escuché mi teléfono sonar y fui a la sala por el... Era un número desconocido

—¿Hola? —dije dudosa. Son casi las 10:00pm

—Hola, Grecia soy Alana —dijo una voz muy alegre y suspiré de alivio

—Ah, hola Alana —sonreí —¿Qué se te ofrece? —dije amable

—Lamento llamarte a esta hora pero, quería invitarte a comer mañana

—Oh, si claro —¿A qué hora?

—Vamos a desayunar ¿Va?

—De acuerdo —dije tímida —¿Dónde?

—Pasaré por ti al departamento de Fabián, a las 09:00am, ah e...Iré con Amelia, la chica de la que te hable, espero no te moleste

—No, para nada —sonreí —Las veo mañana, adiós

—Adiós Grecia —corto la llamada

Suspiré.

Creo que tengo amigas

Sonríe, por lo menos mañana me distraería un poco de toda esta situación, de mi vida en general

Oí el timbre y algo indecisa fuí a la puerta, la abrí esperando que fuera Fabián, pero en su lugar era Máximo quien estaba en la puerta con esa sonrisa encantadora

—Oh —me miró de arriba abajo y me dió vergüenza —Hola

—Hola —sonreí levemente

—¿Fabián está? —negué —¿Puedo pasar?

Algo dudosa, muy dudosa, me hice a un lado para dejarlo entrar

—¿Fabián regresará pronto? —dijo sentándose en el sofá

—Ammm, no lo sé. Ni Siquiera lo ví salir —agache la cabeza

El abrió sus ojos como platos y río
—¿Te dejo sola recién viviendo juntos? —se levantó y posicionó frente a mi

—Salió y yá —dije tímida

El tomo mi mejilla y me hizo mirarlo a los ojos

—¿Estabas llorando? —intente alejarme pero no me lo permitió por sus fuertes brazos —¿Fabián te hizo algo?

—Suéltame —pedí por lo bajo, él lo hizo y retrocedió solo un paso —¿Por Qué...viniste?

—¿Quieres la verdad? —Asentí —Vine a verte a ti —sus lindos ojos azules me miraron

—¿A...mi? ¿Por qué?

—Yo quería saber cómo estás, es todo

Asentí confundida

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