Miel y avena.

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Era lunes por la mañana, Jungkook ya estaba en la escuela, estaba sentando en su lugar totalmente ido en su cabeza, pues su domingo había sido maravilloso, tras un encantador fin de semana y su latente crisis mental se sentía de maravilla, estaba cada vez más cercano a la idea de que sus sentimientos hacía su moreno amigo iban un poco más allá de la amistad y aquella diminuta aceptación le tenía cómo flotando, pensando y rememorando su increíble día, aquel en el cual pudo orgullosamente conocer más a su contrario.

No solamente jugaron videojuegos y escucharon música, también hablaron de gustos y pequeñas cosas que parecían triviales pero que lentamente los hacía más cercanos y construía una idea más completa del otro.

Jungkook había descubierto que los animales preferidos de Tae eran los osos y los tigres, que amaba los tonos de color café y el verde, también que era aficionado a la música y que incluso había ido a clases de canto un par de años atrás.

Algunas cosas que Jungkook descubrió por si mismo era que, Tae tenía la piel trigueña y era sumamente suave, que tenía pequeños lunares en su rostro y cuello, también que sus manos eran bastante alargadas y delicadas, que si era posible se quitaba los zapatos y gustaba de andar descalzo, también que su piel tenía aroma a avena y su cabello lacio a miel.

Sumido en sus recuerdos revivía esa manía que Taehyung tenía de relamerse los labios al estar muy concentrado, finalmente se apenaba y sonreía de esa manera tan inusual y hermosa que lo caracterizaba, ese recuerdo estaba en repetición en cámara lenta en la que parecía incluso una imagen angelical, los rayos dorados de sol tocando la morena piel, las largas pestañas lacias brillando en un tono amielado mientras que sus mechones de único platinado caían gracilmente sobre su frente antes que girase su rostro y sus ojitos castaños con diminutas manchas esmeraldadas se posaran sobre él seguido de una preciosa sonrisa que hasta en memorias le derretian el corazón al pobre y confundido pelinegro.

El joven pelinegro sintió un empujón a lo que salió de trance y notó que todos lo miraban incluso la maestra y es que ella había preguntado algo a lo que claro el menor no había escuchado ni un poco.

ㅡNo sé maestra.ㅡ Jungkook estaba sumamente nervioso pues se sentía demasiado observado cómo para funcionar. Entonces YoonGi alzó la mano y contestó, la mujer asintió a la respuesta y le dijo a Jungkook que prestase más atención a la siguiente antes de seguir dando la clase de manera tranquila.

ㅡpsst, Jungkook ya despierta, el que duerme en clases soy yo.ㅡ susurró YoonGi intentando animar un poco a su amigo a sabiendas que éste tenía una clara dificultad con hablar en público y en ser observado, más cuando respondía de manera equivoca o no sabía algo.

Min incluso podía ver que su amigo se rascaba el muslo sin ser muy duro, pero si constante, el mayor se estiró y tomó delicadamente la mano de su amigo, entonces Jeon se tranquilizó y apretó la mano que sostenía la propia. De ahí en fuera la clase pasó tranquila hasta terminar por completo con el timbre que indicaba el receso.

Todos comenzaron a salir, pero algo llamó peculiarmente su atención, escuchó un bajo "uuhhh" de un grupo de niñas, al centro había una que parecía realmente abochornada y nada discretamente todas miraban a un niño del salón que parecía querer hacerse el genial, pero que estaba totalmente sonrojado y tímido en secreto, a Jungkook normalmente eso no le llamaría la atención, pero verlos coquetearse le hizo preguntarse si a su edad eso estaba bien, solo recordaba que sus papás le habían negado tener novia hasta que cumpliera 15.

"Pero no me prohibieron tener novio" pensó causandose entonces cosquillas en el abdomen, por la euforia contenida.

Y es que, Jungkook tenía todo su derecho de enamorarse de alguien de su edad, pero, tal vez era realmente muy temprano para hablar de noviazgos y cosas así, pues estos requerían de responsabilidad afectiva y otras cosas que aún no sabía manejar. Estaba un poco confuso pues él veía a niños de su salón con novia, algunos incluso ya hablaban de temas más morbosos que a Jeon todavía le causaban repugna, pero al tiempo sentía mucha curiosidad, secretamente quería tomar la mano de Tae, quería besar su mejilla, más hondamente deseaba besarle en los labios aunque fuera el toque más casto del mundo.

A Halloween Day with you. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora