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Los bullidos que se escuchaban fuera del edificio eran ensordecedores tanto como absurdos, desde mi punto de vista claro está.

Hace más de 200 días el pilar del Elder Blau se fracturo en la nación Grün, como una serpiente renovando su piel vieja trayendo así un tono grisáceo, similar al que ya era o fué, pero con un brillo que te hacia querer mirarlo, contemplarlo en silencio.

La gente lo comento y rápidamente dieron razón y lugar a la persona que había causado eso, porque sí, cuando un pilar se fracturaba representaba que la magia de un Elder había despertado y normalmente ese despertar venia de algún tipo de caos o accidente ya que un Elder tenia el gen de la manera mas pura posible en su interior, tenia una magia que nunca a terminado de ser estudiada, una magia a la cual si no preparan a uno y que puede llegar a acabar en ese momento con su portador.

Me apoye cerca de la ventana donde me encontraba, como si tuviese miedo a ser vista aun cuando sabia que nadie lo hacía. Casi se logro un silencio de un momento a otro, si no fuese por los murmullos curiosos de la gente. Bajaba de un vehículo el Elder Blau, solo lograba diferenciar un cabello castaño y piel avellana, eso si mis ojos no me traicionaban. Subí un poco mas mi mirada para perderme en el movimiento de los pinos, altos y hermosos siendo movidos por la brisa fresca. Un nudo se hizo en mi estómago, un temor y miedo profundo me recorrido en un momento, demaciado tranquilo, demaciado perfecto.

Las voces y las pisadas fuertes me trajeron de ese pequeño momento. Ya habían entrado en la academia, toda la gente quería saber más del Elder, querían ser sus amigos, guías, compañeros y cualquier razón que se les cruzase por la cabeza con tal de ser un allegado de el. A medio día harían la presentación oficial frente al Elder Silber y la Elder Grün. Ellos estaban en la misma academia, ahora los tres. Si esta era la academia representativa de Grün pero era obvio que no los tenían juntos por gusto si no para tenerlos vigilador o controlados.

Las bocinas sonaron indicando el fin de la hora libre así que la mayoría volverían a sus clases y otros tal vez terminarían por el día.


[...]


­ —Soldaditos somos todos.


Tararee para mi a par que mis ojos recorrían el lugar. Todos acomodados por nuestro gen y quienes aun no lo presentaban también, el trato era el mismo para todos los involucrados, aunque como en todo, había quienes preferian abusar del poder que portabanh.

Gente de otras naciones y de la propia hacia tras nosotros, murmullos, voces fuertes, miradas de envidia, había un poquito de todo en la multitud que nos acompañaba este fresco día.

Byron Scheith, Elder Silber fu el primero en aparecer. A paso firme se dirigía a su balcón justo en medio de los cinco pilares y justo en medio de donde todos nos encontrábamos. Seguido, quien a paso firme pero con un toque elegante, paso Xian Neid, Elder Grün tomando su lugar frente a su pilar a la derecha del Silber. Debía admitir que el lugar donde ya hacían los pilares en la nación Grün era bastante bello.

La estructura de los pilares era igual a la que existía en las otras cuatro naciones, pero el cómo aquí adaptaron y arreglaron para hacer una presentación a los Elder era sofisticada, elegante y algo rara. Era como si tuviera vida el material con que lo hicieron, como si pequeñas corrientes doradas navegaran sobre el perlado fondo de esta.

Para cuando deje de distraerme en cosas que puedo visitar en mi tiempo libre el Elder Blaugrau se presentaba con toda la formalidad integrada, pero con una energía perdida.


—Keid Quah, Elder Blau. 

SONATA I, Rot.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora