¡ diez !

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Lamentablemente el día en curso, Hyunjin y Jeongin no pudieron salir, ya que el menor tenía clases temprano y se desvelaba continuamente. Simplemente le dijo a Hyunjin que al día siguiente se pondrían de acuerdo para ir a algún lindo lugar.

Por su parte, Hwang, quien ya había terminado sus deberes y había jugado con Kkami todo el día para luego darle un baño, decidió perder el tiempo en el sillón de su casa, pasando las fotografías de su cámara hacia su laptop para asegurarlas.

Suspiraba cada tanto mientras daba tragos a su botella de agua. Las fotos que se cargaban a través del cable se iban reflejando en la pantalla de su laptop sobre sus piernas.

Miró las de aquel día que fue de vacaciones con su madre y se tomó fotos con ella. Otras eran algunos paisajes, mayormente nocturnos, de la ciudad de Seúl, el resto eran imágenes que él captaba de sus amigos haciendo cosas, fotos de Felix tomando su café favorito, Changbin columpiándose. Iban avanzando como una línea de tiempo de recuerdos, risas y satisfacción.

Cuando las fotografías estaban a punto de terminarse, miró detenidamente, ya que eran las más recientes que le había tomado a Jeongin.

Observó al chico. Como su cabello negro se atravesaba por sus ojos y como estos se volvían pequeñas líneas al sonreír. Como sus rojizos labios brillaban después de lamerlos un poco. Su brillante aura y la paz que transmitía.

Dejó la computadora de lado y se recostó en el respaldo del sillón mientras resoplaba un poco. Tenía que dejar claros sus sentimientos porque sabía que Jeongin le atraía demasiado, mas no sabía las verdaderas intenciones que había entre ambos en el aspecto sentimental. No sabía si simplemente le parecía guapo y nada más que eso. No sabía si Jeongin sólo le apreciaba como ayudante para su tarea y después de eso se alejaría.

Pero no. Realmente su cabeza comenzaba a formular escenarios donde estaban juntos, como algo más. Sentía que su relación iba a otro rumbo además de una manera simplemente cariñosa.

Era gracioso, ya que tan sólo días atrás no podía ni verle a los ojos porque sentía que haría el ridículo, pero ahora el chico se estaba adueñando de sus pensamientos. Yang Jeongin entraba en su mente y la inundaba con bellas sonrisas y ojos brillantes.

— Mierda —murmuró tallando el rabillo de su ojo.

Debía salir de su nube. No era que le hiciera mal pensar en el menor, pero no quería ilusionarse cuando desconocía si el chico sentía lo mismo. Si sonreía al recordarlo, si siquiera lo pasaba por su mente cuando no estaban juntos.

Llámenlo dramático, pero sería lamentable que ya estuviera imaginando su boda y Jeongin esté interesado en... otra persona. ¡O quizás ni siquiera estaba interesado en una relación!

Pero...

Lo irónico era que Jeongin, tras haber terminado sus clases, durmió un poco abrazando su almohada, soñando que Hyunjin estaba entre sus brazos.

── musa !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora