Capítulo 3

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Al día siguiente hay luna llena. Una hora antes de la puesta de sol, Stiles pasa por Scott, no está feliz, menos cuando ve a McCall con varias cajas en los brazos.

—¿Y eso?

—Equipo —responde Scott—, dijiste que no lo comprarías, así que yo lo hice.

Stiles le echa un vistazo.

—Viejo, ¿compraste un bozal? ¿Dónde diablos consigues un bozal?

Scott se ruboriza de forma suspicaz y cambia de tema lo más rápido que puede. Durante el trayecto a casa de Whittemore, la actitud sospechosa de McCall se acentúa, alterando a Stiles, de por sí nervioso por pasar la noche en casa de Jackson, hacer que no se sienta raro y, por supuesto, no centrarse en que es una máquina peluda asesina. ¡Va a ser genial!

Al llegar, Jackson ya los está esperando, Stiles se siente aliviado de no tener que encontrarse con sus padres y responder a la pregunta "¿Y la orden de restricción? ¿Cuál orden de restricción?" mientras sostiene las esposas con peluche de estampado de leopardo.

—Ve por la parte de atrás —indica Jackson sin un "Hola"—. Hay una puerta que da directamente a mi pabellón.

—¿Tu pabellón? —inquiere Scott.

Jackson pone los ojos en blanco.

—¿Vas a ir o qué?

Se reúnen con Whittemore en la parte trasera, con los brazos llenos de cadenas, cuero y un montón de cosas que Stiles se esfuerza por no ver. Al notarlas, las cejas de Jackson se elevan.

—Mira, serán muy tus gustos...

—¡Cállate! —gruñe Scott—. Hay más en el maletero, ¿puedes traerlo?

—Depende. —Jackson sonríe—. ¿Son de tu colección?

—Créeme, si lo son, nada me obligaría a tocarlas —asegura Stiles. Hay una pausa tensa—. No lo son, ¿verdad? —le pregunta ansioso a Scott y casi deja caer lo que trae en las manos.

—¡No!, bueno, busqué en Google dónde comprar cadenas y esposas, y tal vez terminé en... eh... una sexshop —murmura las últimas palabras, sonrojándose, agrega con rapidez—: Pero tenían todo lo que necesitábamos a buenos precios y los vendedores fueron muy amables...

—Ya lo creo —masculle Jackson, rebuscando en el maletero.

Stiles no puede evitarlo y suelta una carcajada.

¡Chicos! —grita Scott, ofendido—. Fue un error inocente. De todas formas, son de muy buena calidad y resistirán la fuerza de un hombre lobo enloquecido —añade a la defensiva—, ¿recuerdan, por lo que estamos aquí?

De pronto, Whittemore se queda quieto (Stiles se da cuenta de que se está mordiendo la mejilla para no soltar la carcajada), sin decir palabra, eleva un collar negro con pinchos y la correa a juego, le da una mirada ingenua a Scott y agita el collar hasta hacerlo sonar. Stilinski se dobla de risa.

—¿Soy el único que se está tomando en serio la luna llena? —rezonga Scott—. ¿Podemos, por favor, terminar de meter las cosas antes de que Jackson se convierta en un maníaco homicida?

—Vale, Derek —murmura Stiles—. ¡Qué manera de aplastar la diversión!

—¿Eso significa que no habrá carrera de hombres lobo? —inquiere Jackson serio y los empuja para que entren a la casa.

Stiles se queda boquiabierto, ¿acaban de tener una conversación con Jackson en la que fue un poco divertido y medio idiota? ¿Hay alguna fuerza sobrenatural oscura moviendo los hilos? Si Derek empieza a entonar canciones de musicales sobre sus sentimientos, irá corriendo con el Dr. Deaton.

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⏰ Última actualización: Sep 28, 2022 ⏰

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