𝘍𝘰𝘳𝘦𝘷𝘦𝘳 𝘙𝘢𝘪𝘯 | 𝘏𝘺𝘶𝘯𝘭𝘪𝘹

𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 4

Hyunjin se fue, no logré nada y ahora estaba sentado comiendo cheetos en la sala, mi hermano había salido a hacer las compras.

El timbre sonó una vez más, me levanté con pereza pero mi cara cambió por una de sorpresa al ver a Hyunjin ahí parado.

—Hola, perdona las molestias, es que se me olvidó algo en la habitación de tu hermano, ¿está?.

Las pocas neuronas que tenía estaban bailando "Yes or Yes", mientras trataba de procesar la situación.

Abrí la puerta y lo dejé pasar, ví como subía las escaleras y luego volvió a salir, no me moví ni un centímetro y el rió, provocandome un leve sonrojo.

—Gracias, Felix —dijo, dejó un beso rápido en mi mejilla y se fue.

Si estaba rojo, ahora lo estoy mas lo ví cerrar el portón y mirarme.

—Deberías cerrar la puerta —bromeó.

Cerré la puerta rápidamente, más rojo que un tomate.

[🐣]

Caminé hacía mi casillero y ví a Hyunjin un poco más alejado de mí, se acercó con una sonrisa y me saludó.

—¡Hola Felix!.

—Hola Jin —me sonroje, me puse muy rojo en ese momento, lo había llamado así.

Lo miré y él tenía una sonrisa.

—¿Quieres ir a caminar?.

Nos habían dado la última clase libre ya que había mucha lluvia y algunos maestros faltaron.

Asentí y después empezamos a caminar por el colegio.

—Quería pedirte una disculpa, tu hermano se enojó contigo por lo del suéter.

—No deberías preocuparte por eso.

Seguimos caminando un rato por la escuela, las canchas, los jardines, el campo de fútbol.

Una sonrisa adornaba su rostro, se veía muy guapo.

Una lluvia empezó a caer por el campo y Hyunjin por instinto quiso ir a cubrirse, tomando mi mano en el proceso, sonreí pero no me moví.

—¡Vamos Hyunjin! quédate aquí —dije con una sonrisa sin soltar su mano —, bailemos bajo la lluvia.

Se rió y asintió, tomé sus manos y empezamos a dar saltitos mientras reíamos.

Saltabamos en los charcos y disfrutábamos de las gotas que caían a nuestro alrededor.

Corrí hacia él haciendo que me atrapara en el proceso, me dió vueltas en el aire y la felicidad era notoria en nuestros rostros.

Nos sentamos en las gradas y observamos las gotas caer en el campo.

—La lluvia es hermosa.

—Quisiera que la lluvia fuera eterna —dije tocando las gotas con las palmas de mi mano.

—¿No tienes frío? —preguntó —, espero que digas que sí porque quiero abrazarte.

Me sorprendí por sus palabras pero me sonroje cuando sus brazos cubrieron mis hombros, recosté mi cabeza en su pecho, disfrutando de aquella cercanía.

—¿Porque siempre estas bailando bajo la lluvia?.

Esa pregunta me desconcertó un poco ya que solo nos habíamos visto una vez, ¿o no?.

Él se dió cuenta de mi confusión y siguió hablando.

—Una vez fuí a casa de Minho y estaba lloviendo, estabas tirado en el patio trasero con la lluvia empapandote, tu hermano dijo que siempre lo hacías. Me fuí rápido así que no me viste.
Después te ví bailando bajo la lluvia en la escuela con Jisung, reías muy feliz, me gusta tu sonrisa.

—Entonces, ¿ya me conocías?.

—Así es.

Cerré los ojos un momento y me dejé llevar por el sonido de la lluvia, el frío no era mucho ya que Hyunjin se encontraba abrazándome.

—Debería irme a mi casa —dije.

—Te acompaño, terminaré un proyecto con Minho.

—Está bien —dije levantándome.

Caminamos en silencio a mi casa, era un silencio cómodo y agradable.

Llegamos a casa y abrí la puerta, observé con atención el lugar, no había rastro de Minho.

—Hm, mi hermano no está —dije mirando a Hyunjin —, deberías llamarle.

Él asintió y yo subí a mi habitación dejando a Hyunjin en la sala, me cambié y me sequé el cabello, después fuí al cuarto de Minho y saqué ropa de mi hermano y unas toallas.

—Deberías secarte, el baño está ahí, puedes ponerte la ropa, no te vayas a enfermar.

Ví cómo se iba y me puse a hacer chocolate caliente.

Él se acercó y con unos de sus dedos me puso chocolate en polvo en mi nariz, lo miré indignado e hice lo mismo con su mejilla para después salir corriendo.

—¡Tú empezaste! —grité corriendo por la sala.

—¡Pero tú me manchaste más!.

Lo miré, él estaba de un lado del sofá y yo frente a él, corrí rápidamente pero él me alcanzó, tomándome de espaldas por la cintura. Me giré para verlo y pude ver su hermosa sonrisa, sus hoyuelos, era muy guapo.

Sentí su rostro acercarse al mío, miraba mis labios y después mis ojos, sentí como acariciaba suavemente mi mejilla y cerré los ojos, dejándome llevar por su cálido tacto.
Cada vez lo sentía más cerca, nuestras respiraciones chocaban.

El sonido del timbre me hizo separarme de él, sobresaltado, abrí la puerta y ví a mi hermano, al darse cuenta de la presencia de Hyunjin me miró negando y yo corrí hacía mi habitación, más rojo que un tomate.

¡Es que a Minho deberían darle una licencia de interrumpir momentos importantes!.