Los dias siguieron pero cada dia era una nueva aventura para nosotros, todo nuestro dia era estar juntos, desde que pasaba por mi a la escuela hasta que me llevaba a mi casa después de los entrenamientos, todo era perfecto, solo pensabamos en estar juntos hasta que llegaron las peleas, a pesar de todo tratabamos de arreglarlas desde las mas pequeñas que nos duraban minutos hasta las fuertes que nos dejabamos de hablar por dias, todas fueron resueltas y con forme pasaban nosotros tratabamos de ser mejores.
El tiempo pasaba volando cuando estabamos juntos y era tan lento cuando no lo estabamos, cada noche antes de dormir hablabamos durante horas hasta que uno de los dos caia rendido por el sueño, cada oportunidad que se tenia el me abrazaba yo me sentia segura entre sus brazos, nada pasaria si yo estaba con él, en uno de nuestros aniversarios me sorprendio en la escuela cuando lo vi no pensaba en otra cosa mas que en abrazarlo, me dijo que me tenia una sorpresa y saco de su mochila un pequeño peluche, un perrito de largas y suaves orejas, cuando lo vi bien me percate que en sus patitas tenia dos pulceras rojas, me explico que eran parte del regalo al momento que le quitaba una para ponermela a mi, durante ese proceso iba recitando lo que parecian ser unos votos "prometo amarte y respetarte, cuidarte y valorarte hasta que tu ya no lo desees mas" estaba llorando y solo lo rodee con mis brazos y le di un pequeño beso de esos que dicen lo mucho que quieres a alguien.
Aquel perrito tiene su nombre, era mi compañero de noches cuando no estaba con el, dormia abrazada de el pensando que en realidad era él que estaba junto a mi.