Número 19. (Libro 1 Rainbow)

Capitulo 3

Capitulo 3

Atendí a los clientes y les recomendé los mejores vestuarios, después de horas, cuando veo que la tienda está vacía enciendo la tv para ver las noticias.

—¿Murciélagos?— Cuestiono sin poder creer lo que estoy viendo, las personas estaban escapando de los murciélagos, lo que más me impactó es que Número 19, Número 20, Número 30 y otro chico aparecieron en escena. Número 20 lanzó huelo hacia uno de los murciélagos y todos desaparecieron dejando desconcertados a los presentes, una chica morena y de cabello rizado apareció frente a los chicos, estaba molesta.

Número 19 al ver que no dejaban de grabarlos congeló todas las cámaras hasta llegar a la del reportero.

—¿Qué está pasando?. —Digo en voz alta, me preocupaba la actitud de todos ellos, si no querían ser encontrados por sus secuestradores estaban logrando todo lo contrario.

—¿Por qué deberíamos cerrar la tienda?—Pregunta con enfado la encargada, -
—Ese incidente no fue cerca de aquí... Lo sé pero...Sí, señor.

Ella cuelga y suspira molesta.

—Hay que cerrar, por unos días hasta que sea lo que sea que esté ocurriendo se calme.

—No podemos simplemente no trabajar, necesito ganar dinero para la universidad y los gastos de mi casa.—Me quejo.

—Lo sé, también estoy molesta, veré si puedo convencer al jefe de trabajar desde casa. Tal vez eso funcione—Suspira.

Eso no me parecía buena idea...

Después de cerrar me apresuro a ir a casa y cuando llego veo mi patio hecho un caos, había un tigre durmiendo en el césped, la misma chica de la tv estaba sentada en una silla jugando con cuchillos, Número 30 y Número 20 peleaban mientras una chica de piel blanca y cabello marrón intentaba calmar la situación. Número 19 estaba sentado en una esquina presenciando todo.

—¡ Paren ya!—Les grito llamado la atención de todos los presentes.

—Humana—Nombró Número 30 con una sonrisa burlona.

—¿Y ésta quién es ?—Preguntó de mala gana la chica de pelo rizado.

—Se llama Liliana, nos dejará vivir aquí -
—Respondió Número 19, el tigre se acercó a mí y yo por inercia camino hacia atrás hasta que se convierte en un niño de ocho años aproximadamente, su ropa está desgastada y tenía una sonrisa amplía en sus labios.

—Muchas gracias, lo tendré en cuenta antes de querer devorarte —Dijo con inocencia pero esas palabras causaron mucho terror en mí.

Trago en seco.

—Número 39, no la asustes —Regaña un poco molesta la castaña, —Espero no ser una molestia...

—A-Ah, no, no lo eres —Aclaro con una sonrisa forzada.

—Hipócrita... —Suelta la otra chica y yo la miro con el ceño fruncido.

—Cállate Número 22.—Ordena Número 20.

—¿Por qué tenemos que quedarnos aquí?—Cuestiona irritada la nombrada y Número 19 se acerca a mi lado.

—Si no te gusta puedes irte, a nadie le importa—Aclara el ojiazul con frialdad.

—Debiste decirlo antes, maldita gallina—Se acerca al peliblanco molesta—Así no hubiera perdido mi tiempo con ustedes y ésta estúpida humana.

—También eres humana —Le recuerdo, no iba a dejar que me insultara.