capítulo 3

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Advertencia: Mención de TCA (Trastornos de conducta alimentaria) y autolesiones.

Habían pasado alrededor de unas dos semanas desde lo ocurrido, y Jungwon en esas dos semanas no a comido nada, solo toma agua y mastica algunos chicles de sabor.

Las burlas hacía el rubio seguían, y fueron más intensas cuando subieron a redes sociales el vídeo que habían grabado aquel día de la broma de mal gusto. Acosaban al pobre chico, le mandaba mensajes de odio solo por su orientación sexual, ahora era apodado como “El gordo maricón”, aunque no pareciera que Jungwon les tomara mucha importancia, a él realmente le dolía, incluso un día pensó en suicidarse, pero no llegaría a ese extremo. Preferiría morir hasta que esté delgado que a morir gordo.

Se sentía tan miserable, su hermano no le había dirigido la palabra durante esos días, y realmente le dolía, a pesar de que gracias a su hermano ahora recibe acoso constante, no dejaba de quererlo. Wonie nunca fue rencoroso, ni siquiera sentía rencor por aquellas personas que le dicen que se mate.

Justo ahora, se encontraba en la escuela nuevamente. Estaba en la cafetería, sentado en una mesa de las que ahí había, sin embargo, no tenía nada de comida frente a él, como antes lo había mencionado, dejo de comer.

Su vista estaba en la gente pasando con bandejas llenas de comida, pero si veían bien, esas personas estaban delgadas, podían comer lo que se les plazca sin ser criticados. Jungwon mordía sus uñas, estaba ansioso por comer algo, necesitaba comer por lo menos una pequeña porción, pero si lo hacía volvería a subir de peso, y no quería eso.

Su pierna comenzaba a moverse rápidamente de arriba abajo, quería probar un bocado de la comida que servían ese día, ver comer a los demás no le ayudaba mucho. Se levantó de su asiento comenzando a caminar hacia la salida de la cafetería, no quería estar ahí. Se sentía tan mal por pensar en comida, había jurado que nunca más lo haría y fallo.

—Estúpido, no te hace falta más comida.

Susurró Jungwon para si mismo.

Al pasar las horas, finalmente se terminó el día en la escuela. Jungwon salió caminando solo de la escuela, siempre era así, Sunoo nunca lo esperaba para ir a casa, aunque según Jungwon no lo necesitaba, pero todos sabemos que en el fondo, Jungwon desearía tener una buena hermandad con Sunoo.

Jungwon al llegar a casa vio a su familia en el comedor, su papá ordenando la mesa y su mamá poniendo toda la comida que preparo. Sunoo estaba sentado en una de las sillas mientras su otro hermano menor estaba de la misma manera. Jungwon es el hermano del medio, y es una tortura, sus padres nunca le prestaron la atención suficiente solo por estar pendiente de su primer y último hermano, porque claramente el del medio no importaba.

Jungwon solo se quedó para en la entrada esperando a que le den la bienvenida, fue algo que siempre deseo, que se dieran cuenta de él.

—Llegué…

A pesar de que hablo, ninguno lo volteó a ver. Cabizbajo decidió ir a su habitación.

Al entrar se tiró sobre su cama, comenzando con un llanto imparable. De pronto empezó a pensar en comida, comenzó a pensar en la comida de la cafetería,  en la comida que iban a comer su familia, variedades de comidas llegaron a su  cabeza, Jungwon fuertemente tragó saliva, estaba hambriento, pero el prometió nunca más comer, el dijo que nunca pensaría en comida y justo lo está haciendo. Sus manos comenzaron a temblar, su respiración se hizo regular, sus lágrimas fueron más constantes, de su boca salían gruñidos. Estaba furioso con él mismo.

—Eres un maldito asqueroso.

Fueron las palabras que se dijo a sí mismo.

A paso rápido, se dirigió hacía su baño, sacó la navaja con la que su padre se afeitaba, extendió su brazo y suspiro mientras cerraba los ojos, preparándose para lo que haría. Puso la navaja desde su muñeca y comenzó a moverla hacia atrás haciendo un corte profundo, la sangre salía y se desbordaba de su brazo. Jungwon sentía como le palpitaba el corazón, siguió haciendo cortes y más cortes hasta que dejara de pensar en la comida y solo se concentrara en sentir dolor. Jungwon cayó al piso soltando un borroso llanto, solo vía la sangre en el piso.

Inmediatamente retiro su pantalón quedando solo en ropa interior, esta vez, dirigió la navaja hacía su muslos, está vez si eran rasguños, pero de igual manera botaban sangre.

Una vez de que todo paro, se colocó unas vendas y limpio el piso, se lavo la cara y salió del baño. Estaba hecho un desastre.

Pero Jungwon se hizo otra promesa, si volvía a pensar en comida, se castigara de la misma forma en la que lo acaba de hacer.


Si Jungwon supiera lo precioso que es.







HYUNG ¿AHORA SOY LINDO?- JAYWON [ADAPTACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora