Capítulo 2

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De seguro se preguntarán de que se trata esta historia, por supuesto, pero tranquilo, yo estoy gustoso de contarte toda esta historia desde el inicio, y empieza con Bratt cuando apenas tenía 10 años, donde por primera vez conoció a Margaret...

Bratt junto con su padre se habían mudado a la ciudad de Quito en Ecuador, después de la repentina muerte de su madre, dejando a su familia en deudas y sin más remedio que buscar un nuevo hogar en la cuidad.

El padre de Bratt había hecho lo imposible por conseguir un lugar donde dormir, y, como por obra del Espíritu Santo, encontró una casa en alquiler.
La dueña era una mujer muy carismática y les dio posada como inquilinos de su casa; no era mucha cosa, pero serviría hasta conseguir un trabajo y un nuevo lugar donde vivir. Mientras tanto tendría que arreglárselas para pagar el alquiler mes a mes.

Mientras el pequeño Bratt desempacaba sus cosas y sus juguetes en su nueva habitación su padre veía en el periódico ofertas de trabajo.

- Bratt, ¿te gusta esta casa?

- Si papá, no es tan grande como la anterior pero pude ver que hay un parque en la esquina donde podré hacer amigos y jugar con la pelota que me regaló mi mami antes de (...) bueno, de lo ocurrido.

- Hijito mío, ella siempre va a estar con nosotros, ya está en el cielo con tus abuelos cuidándonos.

- La extraño mucho - lo dijo mientras una pequeña lágrima corría por su mejilla.

Dándole un pequeño golpe en la espalda su padre le dijo:

- Ya no llores, eso no es de hombres, anda, secate esas lágrimas y sonríe, que la vida no acaba aquí.

Y saliendo de la habitación el padre de Bratt dijo "Me avisas cuando dejes de ser una nenita para comprarte un helado" Aún que sólo lo dijo para que el pequeño dejase de llorar. Dándole un dólar para que vaya a comprarse un helado.

Bratt sin pensarlo 2 veces, cogió el dinero y secándose las lágrimas salió como una bala a la tienda por su helado.

Fue ahi donde la vio por primera vez, con un vestido rojo y puntos blancos, juntos con un moño muy colorido en su cabeza, frente a la tienda que se encontraba frente a su casa con una pequeña canasta comprando una gaseosa de fresa.

Se enamoró a primera vista y como si se conocieran de muchos años la saludo con mucha confianza en sí mismo...

Se conocieron esa misma tarde, se llamaba Margaret, y ese nombre estaría grabado en su mente y en su corazón durante muchos años más...

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⏰ Última actualización: May 08, 2015 ⏰

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