Nuevamente, sucede lo mismo...
Nuevamente, soy el Kyung Soo borracho, sentado en este oscuro y lúgubre lugar, este espacio que se supone, debería llamar hogar.
Otra vez estoy en el sillón de la sala, bajo las penumbras de la noche, en completa soledad.
Por qué cada vez que bebo y me hundo en el efecto del alcohol, vuelves a mi mente, y te haces tan presente que hasta te puedo sentir, te puedo oler.
De repente volví a recordarlo todo, lo volví a vivir como aquella noche. Tú, llorando y diciéndome a gritos que ya no sentías lo mismo por mí, que ya todo había cambiado, que ya no me querías. Yo, negándome a creerte, sosteniendo mis manos sobre tus hombros, pidiéndo que pronunciaras las palabras mirándome a los ojos.
Esquivando la mirada, simplemente te soltaste de mi débil agarre, caminaste hacia la puerta y me dijiste adiós.
Yo, sin saber qué decir, sólo te observé atónito, sin entender por qué habíamos llegado a esto.
Recuerdo que gritaste, gritaste con gran dolor, mientras las lágrimas mojaban tu rostro —¡Esto es tu culpa!— Fue lo último que dijiste antes de salir.
... Cerraste la puerta y nunca más te volví a ver...
Quise correr tras de ti, pero mis piernas no se movieron, quise llamarte, pero mis cuerdas vocales no funcionaron. Quise hacer y decir tantas cosas, pero me quedé inmóvil, mudo, mi mente se puso en blanco y mi cerebro no dio orden alguna.
Las palabras no salieron de mi boca...
Quise decirte una y mil cosas, pero lo único que hice fue sentarme en el sillón — ¡Este maldito sillón!
Me coarté de decir la única palabra que quería —¡Quédate!
En mi mente lo repetí mil veces, pero nunca lo transforme en sonido.
—¡Quédate! — Nunca salió de mi boca esa palabra que, tal vez, habría cambiado el rumbo de las cosas.
Pasé horas sentado, inmóvil, hasta que la luz del día se asomó por la ventana. Mi mente no descansó en toda la noche, repetía sin cesar todo lo que, horas antes, me habías dicho con gran dolor...
Que te dejé sola, que te descuidé, que mi obsesión por el trabajo había logrado separarnos. Y que ese día, ese en el que me necesitaste como nunca, no estuve ahí para ti.
Ese maldito viernes, ese 25 de abril...
Recuerdo que ese día miré el teléfono muchas veces, vi tus mensajes, tus llamadas, pero no respondí. Terminar ese informe era mi prioridad; ese día mi trabajo era mi única prioridad y no hubo espacio ni tiempo para ti.
La noche del 25 decidiste salir en busca de ayuda y te topaste con ese chico, Suho. En él encontraste el apoyo que no obtuviste de mí. Él se quedó a tu lado, te contuvo, te hizo sentir segura y a salvo...
Quise odiar a Suho por darte lo que yo no te di, pero no pude, de hecho fue todo lo contrario, le agradecí.
El único que merecía ser odiado, era yo, por no valorarte, por no cuidarte, por no darme cuenta de que te estaba alejando con mi indiferencia...
***
Ha pasado un año desde ese adiós y de mis deseos de decir "Quédate"...
Hay veces, como hoy, en las que te recuerdo. Inevitablemente, traigo a mi mente todos los hermosos momentos que vivimos juntos. La forma dulce con que me decías Dodito—, sólo pensarlo me hace sonreír.
—Ya nadie me llama Dodito, ¡Y lo extraño!
... Vienes a mi mente, pero tu recuerdo se borra con rapidez...
Me pregunto si será el sentimiento de culpa el que no me permite disfrutar mis memorias de un pasado juntos.
Me pregunto una y mil veces si, de haberte pedido que te quedaras, lo habrías hecho...
También me pregunto, si lo mejor para ti era estar lejos de mí—Espero que la respuesta sea un rotundo Sí.
Prometimos que el "Nosotros" duraría "Para siempre", y sólo yo sigo aquí, cumpliendo mi promesa. Tú ya estás lejos de mí, viviendo un nuevo "Nosotros", un nuevo "Para siempre". Pero está bien, mereces ser feliz, y recibir toda la atención y el amor que yo no supe darte...
***
En días como este, el alcohol es mi peor enemigo y mi más fiel compañero. Bebo para olvidar, pero termino recordando ese maldito instante en el que, negándome a creer lo que decías, no tuve las agallas para pedirte que te quedaras.
Era tan simple como decir....
"¡Quédate!"
***
Funkysses~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Era tan simple... ㅠㅠ
¿Te habrías quedado si el Dodo te lo hubiese pedido?
¿O prefieres vivir tranquila y segura con el confiable Suho?
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Si te gusta lo que lees, recuerda dejar una ☆ y contarme qué te van pareciendo las historias.
Tu opinión es el motor que me impulsa a seguir escribiendo ♡
ESTÁS LEYENDO
De melodías y Relatos.
FanfictionCada canción tiene una historia, y hoy tengo ganas de contarte unas cuantas... ...Canciones hechas relatos, relatos hechas canción... Te invito a que reproduzcas la música mientras lees, tal vez, todo se sienta distinto~