Aquí esta la segunda parte de Anastasia mi Ángel Protector. Christian y Anastasia, son muy felices, sus hijos van creciendo llenos de amor y felicidad. La familia crece y las sorpresas no dejan de llegar.
Pero que pasara cuando Ana tenga que cumplir...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La semana ha pasado rápidamente y sin ningún contratiempo, Axel se lleva muy bien con Boy y se han vuelto muy amigos, Beca también esta cómoda con él. Aun no tenemos señales de esas mujeres, pero tengo gente trabajando para encontrarlas y vigilarlas.
- Amor recuerda que me prometiste que yo pilotaría el Charlie Tango - le digo a Christian mientras nos metemos a la cama
- ¿Cuando dije eso? - pregunta mi esposo de forma inocente
- La ultima vez que viajamos, cuando gritaste mi nombre después de correrte en mi boca - le digo mientras mi mano recorre su pecho hacia su camino feliz.
- Que descarada es, señora Grey - me dice con mirada oscura
- No permitiré que incumplas lo que me dijiste - le digo jugando con el elástico de su pantalón de dormir
- Jamas nena - dice él girando sobre mi, atrapando mis labios en un beso abrazador.
Hacer el amor con mi esposo es simplemente extraordinario, disfrutamos el uno del otro sin medida, me encanta su lado dominante, pero también me gusta que se deje dominar por mi, aunque parezca difícil de creer cada vez lo amo mas y se que él a mi igual.
A la mañana siguiente salimos muy temprano de casa, Axel y sus hermanos se quedaran en casa, suelen viajar con nosotros pero tienen que presentar un proyecto y aun deben terminar de hacerlo, Gail, Minerva y Prescott estarán al pendiente de ellos.
Llegamos a Portland y de allí nos dirigimos directamente al cementerio donde esta mi mamá y los padres biológicos de Christian, el logro exhumar los restos de sus padres y decidió enterrarlos muy cerca de donde esta mi madre, dice que los tres se llevarían muy bien si estuvieran con nosotros.
Después de visitar a nuestros padres, fuimos a almorzar a un pequeño restaurante, siempre disfrutamos de este viaje ya que aprovechamos de pasear un poco.
Después de nuestro rico almuerzo decidimos regresar a casa, ya que aun debemos estar al pendiente de nuestro problema.
Volar el Charlie Tango es extraordinario, realmente es un grandioso helicóptero y entiendo a la perfección el orgullo de Christian por el.
Después de las comprobaciones correspondientes despegamos suavemente del helipuerto, sobrevolamos Vancouver y la Estatal de Washington en un silencio cómodo, mi esposo va tranquilo y relajado a mi lado, no es la primera vez que vuelo su helicóptero y se que confía plenamente en mis habilidades. Estamos sobrevolando por El Monte Saint Helens, es un páisaje hermoso de ver, la montaña se cierne sobre el paisaje. Parece el dibujo de un volcán trazado por un niño, con su toque de nieve y la cima escarpada, acentuado entre la exuberante vegetación del Parque Nacional Gifford.
Me dirijo hacia el oeste siguiendo la trayectoria del rió South Fork Toutle, debería pasar al rededor de 45 minutos para estar en de regreso en Boeing Feild, de un momento a otro veo con el rabillo del ojo el parpadeo de la luz del piloto de alarma general.
