Custodia

Después

Kim solo quería dormir con su novio. Pero no, su familia estaba aquí, en su casa, incluso antes de que él o Chay se despertaran. Se lo dijo el guardia de seguridad del edificio que lo había llamado.

“Subelos”. Resopló antes de terminar la llamada. Dejó el teléfono en su mesa auxiliar y se volvió; Chay todavía estaba dormido, acurrucado a su lado. Con una suave sonrisa, alborotó el cabello de su novio -el menor se movió en sueños.

"Eres adorable cuando duermes". Kim dijo con una pequeña sonrisa. CHy gimió en respuesta y se dio la vuelta, enterrándose debajo de la manta.

"Mimame." Murmuró.

Kim se rió y se acercó al más joven, acurrucándolo por detrás. “Nuestros hermanos están aquí”.

"Desagradable." Chay se quejó.

Kim tarareó.

"Quiero dormir, Kim". Chay dijo con un puchero, volteándose en los brazos de su novio para mostrarle sus ojos de cachorrito. Kim besó sus labios carnosos, "¿Qué tal si los entretenemos por ahora, y luego, cuando se vayan, podemos-"

"¿Abrazo?"

Iba a decir que podemos volver a dormir, pero sí, lo que quieras.

Chay tarareó. "Está bien... ¿no tienes que trabajar hoy?"

Kim negó con la cabeza y Chay vitoreó

Kinn y Porsche estaban sentados en el sofá, Khun también estaba allí, sus guardaespaldas estaban afuera. Estaban esperando a Kim y Porchay; Porsche estaba listo para ir a buscar a su hermano por su cuenta, pero Kinn no lo dejó, y Khun estaba acostado en el otro sofá, quejándose de que su hermano menor era lento y los hacía esperar.

Porsche había venido a pasar tiempo con su hermano ya que él estaba libre ese día, pero luego Kinn se enteró... y luego Khun se enteró, y decidieron acompañarlo, convertirlo en un día familiar.

El lloriqueo insistente de Khun fue interrumpido por el sonido de pasos que corrían -Chay corrió hacia la sala de estar, siendo perseguido por una Kim sin camisa que tenía el cabello mojado -al igual que Chay, pero al menos Chay llevaba una camisa.

Chay se rió cuando se detuvo detrás del sofá en el que estaban sentados Kinn y Porsche, Kim se detuvo detrás del sofá en el que estaba Khun, pero mantuvo su mirada fija en Chay, sin duda listo para moverse si Chay lo hacía.

Los otros tres miraron entre los dos, preocupados y confundidos.

“Voy a acabar contigo”, dijo Kim, lanzando dagas a Chay con la mirada.

"No antes de que yo lo haga". Chay respondió, sacando la lengua como el chico maduro que era.

Kim se burló, "No lo creo".

"¡Tengo tu cuchillo!"

“¡Joder, no otra vez! Bueno, ¡tengo un arma!

“Bueno, tengo un hermano enojado que es bueno peleando”, dijo Chay, aparentemente orgulloso de sí mismo.

"¿¿Yo también??"

“Bueno…” Chay cambió su comportamiento, jugando con el dobladillo de su camisa y dándole al otro hombre una sonrisa inocente, “Tengo un novio muy dulce que no me hará nada y me perdonará porque es increíble y lo amo”. él mucho.”

Kim maldijo por lo bajo, suspirando, murmuró: "... este novio también te quiere mucho..."

"Wow, mi hermano es débil". afirmó Kinn.