Anubis

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Advertencia!! Esta historia tiene una corta escena de No consentimiento (aunque si sabes de este Manwha, te imaginas con quien es) por favor, mucho cuidado para los desencadenantes.  

Nada me pertenece, solo este One Shot. No tengo ningun derecho a ninguno de los personajes o fanart.

Dos líneas.

Dos líneas rosas.

Dos líneas rosas.

No...no podía ser ¿verdad? Te...tenía que ser un error ¿no? Era imposible, tenía que ser imposible, él no...él no podía estar...

Pero lo estaba. Las otras tres pruebas de embarazo habían dado el mismo resultado y a eso se le añadía los extraños síntomas que había comenzado a sufrir hace unas semanas, como eran los mareos y los ascos a ciertos alimentos.

Sin embargo, si realmente estaba en estado – si realmente aceptaba que estaba en estado – eso implicaría que el otro padre de ese niño sería...

No soportó la idea. Se arrodilló rápidamente, casi metiendo su cabeza en el váter, y empezó a vomitar todo lo que había comido esa mañana.

El solo pensamiento provocaba asco por todo su cuerpo.

Se siente caliente, muy caliente, extremadamente caliente e incómodo. El calor del celo no era algo bonito, ni sexy ni nada parecido a lo que mostraban en cualquier película porno.

Era molesto en el mejor de los casos y doloroso en el peor, más aún si el omega no tenía pareja, como era su caso.

Se removió entre las sábanas tratando de buscar alivio para su pobre cuerpo, gimiendo suavemente, respirando lento y rezando para que todo pasara muy rápido y volviera a ser él.

Odiaba la época de celo Lo hacía sentir débil, sumiso, impotente...

Sus pensamientos se cortaron cuando escuchó pasos. Parpadeó confundido cuando la puerta de su habitación de celo –un espacio específicamente para él que sus padres adoptivos habían creado en cuanto el médico dio el resultado de su casta– se abrió.

Por un segundo estuvo a punto de abalanzarse contra el extraño, pero se calmó al ver a su hermano mayor allí parado. Se dejó caer en las suaves colchas de su nido, confiando en que Osiris saldría en unos minutos.

Era normal que sus hermanos mayores ingresaran al cuarto con el fin de llevarle alimentos, líquidos o simplemente preguntarle si estaba bien. Si bien prefería más a Nephthys – al ser ella misma una omega – Isis y Osiris también eran bienvenidos, incluso siendo alfas.

—¿Cómo estás Seth? — la voz de su hermano era grave, curiosa y bastante...había algo raro allí pero no iba a indagar. Era solo Osiris siendo Osiris. — Tus gemidos se oyen por todo el pasillo.

Su pálido rostro enrojeció hasta obtener el mismo color que su cabello ante tal información, tapándose con la almohada tratando de esconderse. ¡¿Por qué tenía qué decirle algo así?! ¡¿Cómo saldría ahora y vería a sus hermanas a la cara?! ¡Isis se iba a burlar de él!

—No gimas, Seth. Nadie se burlará de ti. —La mano del contrario arrancó la almohada, lo que le hizo notar rápidamente el hecho de lo cerca que estaba su hermano de él y que la puerta que los separaba de la casa estaba firmemente cerrada. —Parece que necesitas ayuda...

Antes de siquiera poder mandarlo a la mierda, una mano grande lo empujó hacia abajo – tapando su boca – mientras que otra lo forzaba a abrir las piernas.

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