Cap.43

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La situación tensa entre Camila y Lauren estaba por cambiar. Ya que Esmeralda había intervenido levemente. Ambas se trasladaron a la sala de descanso.

Al llegar a dicha sala observaron a primera vista a Lauren quien se había tumbado en el sofá y al parecer se había dormido.

E: mi madre está muy cansada en verdad

C: eso parece hija —sintió ternura de ver a su esposa acomodada en un sofá—

E: oye mamá seria bueno que duermas a su lado

C: no quisiera despertarla hija, en verdad se ve que esta dormida

La ojiverde recién había cerrado sus ojos pues del todo no estaba dormida, apenas había logrado tranquilizarse y su llanto había cesado también. Ya que al sentir dolor en su pecho las lágrimas de sus ojos habían brotado.

Se removió del sofá y observo a su esposa e hija frente a ella.

C: Lolo

E: madre apenas te dormiste y ahora te acabas de levantar por nuestra culpa

L: tranquila hija, solo cerré mis ojos y si estaba acostada era porque tenía un poco de frio —había tomado asiento en el sofá—

E: entiendo madre

C: Lauren ¿podemos hablar?

L: si Camila, dime

E: yo las voy a dejar para que hablen a gusto y aprovecho a buscar un café
se excusó y alejó de sus madres—

L: ¿sucede algo? —cuestionó—

C: yo... me quiero disculpar —tomó asiento—

L: no tienes porque camila, es mejor que dejemos eso a un lado —sono tranquila y en sus ojos había brillo— mejor deberías descansar, te caerá buen tomar una siesta

C: Lauren —la observó detenidamente— ¿has llorado? —se acercó aún más a ella, posando sus manos sobre las mejillas carmesí de su esposa— ¿porque has llorado?

La ojiverde al sentir el contacto de las manos cálidas de su esposa cerró los ojos por escasos segundos.

L: me dolía el pecho —suspiro— sentí como si me quedara sin aire era fie la razón de mi llanto, sentía que moría —confesó

C: voy a llamar a un médico —sacó el celular— así te podrán revisar

L: yo no quiero un médico
—exclamó— yo te quiero a ti Camila —con ojitos tiernos la miro fijamente, suplicando una respuesta y reacción positiva—

C: Lauren —sintió como su corazón se derretía por aquella mirada verde que suplicaba un beso— de verdad me disculpo por como me eh portado contigo, la verdad es que yo te estoy necesitando y estar así contigo no me gusta —confesó totalmente sonrojada— extraño tus besos, esa voz carasposa que tienes al llamarme Camz, en verdad extraño eso

L: yo extraño a mi esposa, a mi camz —la tomo de la mano— ¿podemos dejar de pelear?

C: claro que podemos Lolo —a gritos pedía besar los labios de su amada esposa— eh sido tan tonta contigo

L: Camz —internamente desea besarla— en esta parte dejamos de hablar y tú me besas

Camila sonrió dulcemente. Al estar en el sofá se levantó rápidamente para sentarse sobre las piernas de su esposa. En ese preciso instante sintió las manos de su esposa rodearla.

Mi hija 2 más aventuras (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora