Una Black Widow con magia

Parte 4. Bienvenida

Había llegado el día de ir a Hogwarts, Natasha terminó por preparar todas sus cosas en un baúl negro, llevaba sus libros, juego de pociones, ropa, dinero y armas blancas, no iba a bajar la guardia en un lugar que aseguraban que era seguro, definitivamente estaría preparada para todo. Una vez lista bajó el baúl levitándolo, por las escaleras viejas de la casa de Snape, el hombre la había dejado una vez más diciendo que debía arreglar cosas del castillo, por lo que ella tenía indicaciones de ir a la estación de King Cross, ir al andén nueve y en la tercera columna entrar en ella, la llevaría a la estación del Hogwarts Express, Nat salió de la casa y caminó hasta la calle principal, tomó un taxi que la llevó a la estación, hizo lo posible por mantener su rostro escondido, la capucha de su suéter estaba en su cabeza, una gorra también, unos lentes oscuros y atenta de su entorno.

Caminó rumbo al andén nueve, la estación estaba llena de gente, al casi llegar al pilar, vio una familia de pelirrojos pecosos con sus pertenencias, caminaban rápido, apurados por la que definió que era la madre de los hijos, un chico y una chica, los observó correr hacia el pilar y desaparecer, ella había encontrado el lugar, por lo que se acercó y caminó rápidamente, traspasó la pared de ladrillo y un gran tren apareció frente a ella con mucha gente, familias despidiendo a sus hijos, trató de evadir a todos mientras entraba en el tren, buscó un compartimiento vacío, había pocos, por lo que entró al más alejado de todos, sacó su equipaje y lo devolvió a su tamaño original, lo colocó en la parte de arriba de los asientos y se sentó, observó a las familias y personas con detenimiento.

Pronto el tren dio marcha hacia el castillo, tenía entendido de que eran horas de camino hasta llegar a su destino, por lo que se dedicó a entretenerse leyendo su libro de encantamientos de ese año, reconocía varios de ellos que le enseñaron en la habitación roja, ciertamente durante su aprendizaje con Snape había identificado que conocía mucha magia oscura, maleficios, hechizos de defensa y protección, cosa que fue regañada, pero Nat solo comentó que eso fue lo que le habían enseñado, Snape la vigiló por días, pero no pudo encontrar nada, nada de lo que Natasha dejaba ver.

Horas después se acercó una señora con un carrito de golosinas, Natasha compró unas varitas de regaliz, que era algo que le parecía familiar a cualquier dulce muggle, al terminar de comprarlos, unos chicos salieron del compartimiento siguiente y Nat notó que uno de ellos era el chico rubio que había tropezado hace una semana.

- Dos pasteles de caldero de calabaza, unas plumas de azúcar y caramelos de manzana - dijo el chico y después le puso atención a ella.

- ¿Qué miras? - le preguntó un chico grande robusto, Nat solo subió la ceja sin dejarse intimidar, ella solo los ignoró y trató de entrar a su compartimiento, pero una voz llamándola la hizo parar.

- ¡Natasha! - dijo la voz y Nat volteó y encontró a Harry Potter junto con una chica morena de cabello rizado muy tupido, el chico pelirrojo pecoso, ellos llevaban puesto sus uniformes - Aquí estás, me preguntaba si habías llegado a salvo. - dijo Harry.

- Si, lo hice - dijo ella y notó que tanto la chica como el chico la miraba, ella también se dedicó a verlos, ambos llevaban a diferencia de Harry una placa en su uniforme.

- Oh, ellos son Hermione y Ron, mis amigos - dice el pelinegro hacia ellos.

- Un placer - responde ella con un asentimiento, el chico Ron la mira fijamente y ella le devuelve la mirada.

- ¿Eres nueva? nunca te había visto por aquí o en clases - dice Hermione.

- Lo soy, Natasha Romanoff, ingreso a sexto año - responde ella.

- ¿Romanoff? - pregunta Ron.

- Si soy de Rusia - dice ella dejando su acento ruso salir.

- Oh, no se notó, realmente no tenías el acento de ser de allí - dice Hermione y Nat solo sonríe.