𝗢𝗿𝗮𝗻𝗴𝗲 𝗕𝗹𝗼𝗼𝗱 | | 𝗘𝗻- 𝘀𝘁𝘂𝗳𝗳!

𝘞𝘦 ♡¸.• hyung line

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Reaction
“¿Cómo se conocieron?„

Ot7. Parte 1
Hyung Line
Disfruten!

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Canción recomendada: Dopelgänger  — Joshua Bassett.

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Tienda de Vinilos.

Sábado por la mañana, Heeseung se había escapado por quinta vez en la semana de los guardias, se había hecho casi rutina que esto sucediera la última semana de cada mes, el staff nunca entendía cómo lo lograba o por qué lo hacía.

¿Por qué? Simple, Hee había descubierto una vieja tienda de Vinilos en un callejón poco concurrido de Corea, era tranquila, nadie la visitaba y vendían una infinidad de Vinilos, tanto conocidos, como no. Eso para Heeseung era el paraíso, estaría horas dentro de esa tienda si se le permitiera.

Entró saludando de forma amable al señor mayor que atendía la tienda, recorrió lo pasillos admirando todo como si fuera la primera vez y al fin llegó a su sección favorita.

Música alternativa.

Si bien podía disfrutar cualquier tipo de música, lo alternativo era su zona de confort, por lo que con entusiasmo se dirigió a una de las cajas y empezó a navegar dentro de las portadas de todos los discos que pudiera hasta que el reloj marcará las 5.

Justo en ese momento entraste tú, habías descubierto esa tienda la primera vez que te perdiste en Corea (porque sí, no sólo te pasó una vez) y desde entonces la visitas cada que tus horarios sobre exigentes de estudiante te lo permiten.

Buscaste una nueva y refrescante sección, siempre te dirigías a los clásicos y de vez en cuando lo combinabas con un poco de jazz, pero hoy ansiabas algo nuevo.

Viste a un chico en la sección de música alternativa y tú lo interpretaste como una señal.

Heeseung observó cómo te dirijias a su zona y empezó a entrar en pánico ¿Y si lo reconocias? ¿Y si empezabas a hacer muchas preguntas? ¿Arruinarías su tiempo libre así de fácil? Estaba tan preocupado que no se dió cuenta que te estaba mirando fijamente, con una expresión de terror y que tú también lo estabas viendo.

Pero tú no sabías quién era, no habías explorado tanto del kpop cómo para saberlo, así que te preocupaste y tratando de ser amable, preguntaste.

—¿Estás bien?.

Clikc!

Habías sacado a Hee de su trance, por lo que respondió de forma rápida y descuidada.

—Sí ¿Podrías irte? Tu presencia me está molestando.

Eso no era lo que quería decir.

Pero lo dijo.

Acto seguido, salió corriendo del establecimiento, con el rostro pintado en su totalidad con un tono rojizo.