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Hace 2 años

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Hace 2 años...

Se sentó en uno de los sofás del vestíbulo designado para los entrevistados. Miró a su alrededor y todos estaban ocupados practicando sus posibles respuestas, algunos incluso tenían tarjetas en las que escribían preguntas al azar y las respondían por sí mismos. Se sentó allí en silencio y rezó para tener buena suerte. Si no fuera por el deseo de su madre de hacer que su padre se sintiera orgulloso, no estaría solicitando una doble titulación.

Ser la hija ilegítima del director de la universidad ya es difícil, ¿por qué tiene que ponerse en una situación en la que seguramente no puede persistir? Quería ser actriz y no una especie de robot que complaciera a la familia de su padre. Sin embargo, también quería demostrar algo. Así que, aunque va a ser duro, debe soportarlo. Tiene que pasar esta entrevista. No, tiene que hacerlo.

"Uh, ¿perdón? ¿Puedo sentarme aquí?" Escuchó una voz.

No piensa sentarse con alguien, necesita su espacio. Necesita su concentración. Estaba a punto de decirle a la chica que se sentara en otros asientos libres, pero cuando levantó la vista, se olvidó de lo que iba a decir.

Fue como mirar a un ángel.

Pensó que estaba mirando demasiado tiempo, así que volvió a bajar la vista, volvió a mover los dedos para aliviar su estrés y luego asintió. No puede hablar. No delante de este encantador ser humano con aspecto de ángel. Y ahora se sienta a su lado.

Tal vez estaba temblando demasiado. Tratando de quitarse de encima los nervios y el estrés. Siente que está a punto de desmayarse. Un montón de escenarios pasan por su mente. ¿Qué pasaría si no aprobara? ¿Qué dirá su madre? ¿Qué pensará su padre? ¿Qué pensará la familia de su padre? Creció con la mentalidad de no defraudar a su padre. Creció queriendo la atención de su madre, que no hacía más que besar los zapatos de su padre para que éste no la despreciara como miembro de la familia.

Todos estos años quiso el reconocimiento y la atención de las personas que le importaban y no esperaba recibirlo de alguien que ni siquiera conocía.

"Toma, coge un poco de esto" vio como un caramelo aterrizaba en su regazo.

"Me calma los nervios. Espero que te haga lo mismo. Es delicioso, sabe a fresas", escuchó.

Se quedó mirando ese caramelo con un bonito envoltorio. No lo entiende, pero el pequeño gesto le calienta el corazón.

"Oh, no. Espera. No tienes alergia, espero" dijo la chica.

Ella sacudió la cabeza, para decir que no. Todavía no ha encontrado su voz y tal vez no lo haga. Abrió el caramelo y se lo llevó tímidamente a la boca. Se guardó el envoltorio en el bolsillo. Tiene la intención de guardarlo como recuerdo de un hermoso primer encuentro.

"Uh, ¿quieres algo de música? Es Jennie Kim. Su voz me tranquiliza un poco", dijo la chica ofreciéndole uno de sus airpods.

De nuevo ella negó con la cabeza, no. No le gusta Jennie Kim, bueno no Jennie Kim en sí, no le gusta escuchar pop coreano en general, no lo parece pero prefiere las baladas coreanas y los clásicos.

I MARRIED JENNIE KIMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora