~𝙇𝙤𝙨 𝙎𝙞𝙚𝙩𝙚 𝘿𝙞́𝙖𝙨~

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Cuarta carta:

"IRA"

"si Realmente no recuerdo cuando fue que mi padre se convirtió en lo que es hoy. Quizás desde la muerte de mi madre, o quizás siempre fue así.

Recuerdo que cuando era una niña, veía como él golpeaba repetidas veces a mi madre luego de llegar ebrio de quien sabe dónde, proporcionándole golpes en todo su cuerpo, los cuales ella era obligada a ocultar. Esto debilito su cuerpo y con el tiempo enfermo.

Aún recuerdo como mi padre nos callaba a mí hermano y a mi cuando preguntábamos por ella. Esto era bastante confuso para una niña y un adolescente que de un día a otro dejaron de ver a su madre. Tan solo 1 año después tuvimos que asistir a su funeral, de forma repentina. Sin embargo, no vimos pizca de tristeza en mi padre

A medidas que fuimos creciendo, el nunca cambio. Siempre nos observaba con una mirada fría, sin amor o preocupación. Tampoco era cariñoso, pocas veces nos hablaba más de lo necesario, incluso peleaba constantemente con Sam, mi hermano mayor. En cuanto el cumplió la mayoría de edad, se mudó a un departamento con uno de los amigos. Dentro de todo, era una vida moderadamente tranquila, hasta que cometí el error de preguntarle sobre aquella curiosidad que me invadía.

Recuerdo el enojo en sus ojos al preguntarle cómo se sentía amar y estar con una mujer. Recuerdo como tomo su cinturón y me golpeo tal como golpeaba a mama, dejándome llena de heridas que probablemente tendría que esforzarme en ocultar. Recuerdo como espere a que él cayera profundamente dormido para ir a tu casa. Pero principalmente recuerdo tus ojos llenos de espanto y preocupación, y tu voz quebrada preguntándome que había pasado. En ese momento no podía hablar del miedo que sentía, así que nos quedamos en silencio, mientras vos me ponías una pomada con un olor dulce. Siempre fuiste así, mi querida Robin; nunca me presionaste a nada y siempre me cuidaste, como ninguna persona lo había hecho antes."

ATTE: Siempre tuya, Alaska <3