Pañuelo de la suerte [ vhope ]

Último

Muchas personas aparecieron y se preocupó por no ver a Taehyung, pero cuando la multitud se dispersó no pasó mucho tiempo para verlo. Taehyung salió y caminó directo a él. La persona que lo había hecho olvidar de tantos malos momentos durante todo ese mes con su sola presencia, venía de nuevo a él. Por él.

—¿Listo?

—Si. —Hoseok asintió intentando no mostrarse tan emocionado cómo se sentía realmente, y comenzó a apagar la computadora mientras guardaba sus cosas.

Hoseok escuchó que la puerta de su jefe se abrió, temió que fuera para llamarlo.

—¡Jung! —Se encogió en su lugar. Su jefe había gritado su apellido con molestia como siempre lo hacía, pero esta vez desde su oficina. ¿Podía ser algo más vergonzoso que tener que pasar por eso frente a Taehyung?

—Lo siento. —Se disculpó Hoseok a Taehyung, más que avergonzado, y caminó rápidamente hacia su jefe para saber que más necesitaba cuando ya estaba a exactamente un minuto de que termine su horario de trabajo—. Aquí estoy —dijo frente al hombre mayor, intentando sonar suave para que no crea que lo estaba desafiando como la última vez, cuando en realidad no había querido hacer eso.

—¿Se puede saber que estabas haciendo? Estoy llamándote hace rato —gruñó. Hoseok frunció el ceño confundido porque no había escuchado nada.

—Lo siento, yo-

—Cállate y ve a traerme un café.

—Su horario de trabajo ya terminó, señor Kim. —Hoseok se paralizó cuando unas manos se posaron en sus hombros y bajaron por su antebrazos en forma de caricias.

Taehyung había interrumpido al hombre mayor desde detrás suyo. Nunca había escuchado a nadie hablarle de esa forma a su jefe. Estaba muerto y probablemente Hoseok ya había perdido el trabajo. Cerró los ojos con miedo a su próxima reacción.

—¿Taehyung? —El hombre mayor murmuró, sin nada más que sorpresa. No había ni una pizca de ira en su tono extrañamente—. ¿Qué haces aquí, hijo?

¿Hijo? Hoseok abrió sus ojos al escuchar como lo llamó.

—Te dije que saldría a cenar... —murmuró deslizando su toque hacia las manos de Hoseok, hasta dejarlas caer.

—Si, pero dijiste que saldría con alguien que te... Oh. —El señor Kim se detuvo y entonces dejó de mirar a Taehyung para mirarlo de nuevo a él, a Hoseok quien se sentía más que confundido y asustado. ¿Era su hijo? ¿Cómo podría verlo a los ojos luego de las cosas feas que dijo del hombre?—. Tae...

—Si —asintió Taehyung a algo que su padre había querido decir pero que Hoseok no entendía—. Es él.

Se asustó demasiado al escucharlo decir aquello porque eso significaba que ya había hablado de él. Pensó en las mil y un cosas desagradables por cómo llamó a su jefe, el padre de Taehyung, y todo dentro de él se sintió muy pesado. Avergonzado. Era su fin y no sabía cómo conseguiría otro trabajo. Su madre ni siquiera lo llamaba desde la muerte de su padre hace dos semanas. Taehyung era el único que le quedaba pero al parecer solo había estado a su lado para contarle a su padre las cosas que hablaba de él. Lo había estado espiando.