Que lindo sembrar de armonías sienten mis oídos, es tan suave, como un suspiro susurrante, apacible en medio de un crudo y duro desierto de mi noble existir.
Corro a prisa a encontrarme con el futuro inminente, plagado de nuevas y emocionantes aventuras que, a simple vista son inciertas y dan dramatismo a mi caminar en esta vida.
Mi corazón me demanda, así es, demanda que lo cuide. Me veo en la necesidad de dedicarle tiempo y hablarle a mi corazón:
¿Qué deseas corazón? ¿Por qué me estas demandando sin decirme que deseas?
El corazón responde eficazmente: Quiero que me cuides, recuerda de quien eres.
¿De quien soy? me hago esta pregunta constantemente, aquí, sentando en este banco pequeño, en el parque de mi ciudad, junto a un lago de kilómetros de distancia.
Recorre por mi mente La idea constante de abandonarlo todo y comenzar una nueva vida en otro país, Deseo contemplar la eternidad a mi manera, Sin limitar mi capacidad de soñar.
Así que corazón, te diré, ya se de quien soy .... yo no soy de la depresión
Yo no soy de la ansiedad
Yo no soy de la timidez
Yo no soy de mis errores
Yo soy
de
mi
y
para
mi
y
debo
cuidar
este
corazón
Reflejar el mismo cielo en mi vida, así cual rayo de luz del sol abraza el reflejo del agua en este bellisimo y admirable lago.
Seguiré mi camino, no sin antes decirte:
Vive con pasión cada segundo de tu existir, amando lo que te hace bien y feliz, sonríe y veras que lindo es vivir.
Gracias por existir
