¿Quién no adora cuando el paisaje se vuelve blanco?
El frío te abraza y los copos te visten.
Pero algo mejor que eso, es lo que se celebra en esa época tan linda. Sí, la navidad, donde los seres queridos se reúnen en una cálida cena.
Y así como el i...
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Todos estábamos divirtiendonos pero una sensación rara estaba creciendo en mi interior, una sensación de que estas siendo observado.
Intuitivamente gire mi cabeza hacia la ventana, posando mi vista en aquel chico con una mirada de tristeza.
El chico al percatarse de que estaba siendo observado huyó rápido. En cambio, yo salí detrás de él, por alguna razón quería conocerlo.
Corrí y corrí hasta que él se detuvo. Me acerqué a él e intente hablarle, pero es más arisco que un gato.
-Hola, ¿buscabas algo en mi casa? -pregunté amablemente.
-N-no.
Lo observe de arriba a abajo intentando obtener alguna información que me dijera que tipo de persona era.
Tal vez era un ladrón o un psicópata.
-Jimin, ¿enserio pensaste eso de mí?
-Cualquier cosa es válida.
No tenia pinta de ninguna cosa dicha anteriormente, solo pensé que era un vagabundo, alguien perdido o un chico que seguro vivió en mi casa anteriormente.
-¿Buscas a alguien?
-No, solo estaba viendo la casa.
-¿Eras el dueño anterior?
-No, solo pasaba y me quede a observar, descuida no te haré daño.
Había algo en ese chico que me llamaba la atención, era algo inexplicable, pero crecía en mi interior.
-¿Quieres venir a mi casa?
-Ammm, no creo, no nos conocemos.
-Te presentaré a mis amigos, si quieres después te vas.
De todas formas no tenía más opción.
-Yoongi, ¿qué harías sin el gran corazón de Jimin?, nada, estarías como un perro vagabundo -bromeó Jin.
-Jimin, Yoongi te podía asesinar -mencionó Namjoon, llevándose una mirada asesina por parte de Yoongi.
Sí, podía ser un psicópata, pero algo me decía que era de confiar.
Y lo lleve a casa.
-Ven entra -dije quitándome el abrigo.
-G-gracias.
Lo guíe hasta la sala donde estaban los chicos viendo una película navideña.
-Chicos tenemos visita -anuncié tomando toda la atención.
-Hola, bienvenido.
-Por cierto no te pregunte, ¿cuál es tu nombre? -pregunté curioso.
-Min Yoongi y tú....
-Park Jimin.
Después de la presentación lo invite a sentarse con nosotros y ver una película, al igual que le brinde comida.
¡Nunca vi a alguien comer tanto!
Si quitamos a Jungkook, ese es un glotón.
Los chicos se marcharon y Yoongi se quedó, hablamos sobre algunas cosas y se quedó a dormir en casa.
Él al otro día preparó el desayuno, un detalle que me encanto.
Quiso irse, pero como dijo que lo habían echado de casa por no pagar la renta, aparte de que no tenía dinero para alquilarse le ofrecí que se quedara hasta que consiguiera un trabajo.
-Que descarado -habló Jungkook, causando risa a los demás.
Y bueno..... Esos días se convirtieron en meses y después en años.
Fuimos conociéndonos poco a poco hasta que un diciembre me propuso ser novios.
-Jimin, ya ha pasado un año desde que nos conocimos, hoy un día de diciembre aquí en el lugar donde corristes hasta alcanzarme te quiero confesar algo. -Se agachó y de su bolsillo trasero sacó una cajita-. ¿Aceptas ser mi novio? -Abrió la cajita, viéndose un hermoso anillo de oro.
-Acepto -confesé entre lágrimas.
Y ahí, en ese momento nos hicimos novios.
Fin.
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-Yoongi lo tenía todo planeado, descarado -regaño Jungkook.
-Todo fue planeado por el destino, y hablame con respeto mocoso.
-Además el callejón ese es feo y poco romántico -se quejó Hoseok.
-No peleen más y ayudenme con el pavo, vagos.
Y así fue cómo dos personas se juntaron un día cualquiera de Diciembre.
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