La máscara de la Cobardía.

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–"La libertad es apenas un deseo fugaz entre el viento, pero únicamente nosotros seremos capaces de terminar este juego sobre la tiranía..."

En el fondo se escuchaba una hermosa y grácil lira sobre unos vientos huracanados, de la cual no se sabía de dónde provenía el sonido únicamente que la brisa traía ligeras notas las cuales acompañaban al tenso ambiente, en las que sus tonadas acompañaban a dos personas cuyas piezas se deslizaba sobre el tablero de ajedrez, enseñando un brillante e inmaculado alfil con cintas doradas y con miles de mares contenidos en su interior, una hermosa gnosis obtenida de las tierras de la justicia que hacía un movimiento de una punta a otra para comer un peón y poner en ataque a uno de los caballos contrarios, el cual era movido por una suave pero firme corriente de viento provocada por cierto dios de poderes anemo, con la misma mirada burlona que lo caracterizaba, y su ansiosa mirada sobre el tablero, esperando el siguiente movimiento por parte de su contrario. Su contrario, un hombre de mayor complexión y una máscara a la mitad de su rostro con la que se rompía cual tormenta sobre el mismo, y su desordenado cabello suelto, ambas cosas ocultaban su dubitativo rostro con el que miraba aquel derribado peón y lo recogía con una sonrisa del mismo calibre, observando un tablero con una clara ventaja por parte de la deidad que tenía frente suyo.

– "Y en ésta guerra, el mínimo peón puede significar el fin del juego, porque en un tablero como estos, el mate es apenas una de las tantas partidas..."

La escena cambiaba a una catedral donde los vientos soplaban ligeramente sobre los presentes, y frente suyo se encontraban unas insignias de cecilias que se disuelven entre la misma brizna y se hacían polvo para salir a lo único que quedaba de ésa noche de ventiscas y traiciones y una ambición sobre una falsa libertad, prometida por un arconte cuyos ideales eran tan retorcidos como se pensaban.

–"Estamos reunidos para discutir lo sucedido en Fontaine y la pérdida que tuvimos hace apenas poco tiempo, y es por eso que se decidirá guardar un luto de un cuarto de día, en honor al sacrificio de nuestros compañeros." –Finalmente uno de los presentes habló, una mujer de alta estatura y cabellos rubios, con marcas de agua y viento recorriendo su apenas expresivo rostro, dando inicio a lo que sería el memorial de las víctimas de aquel suceso tan desafortunado, portando una recta y firme espada finamente decorada con unos hermosos dientes de león de plata, enfundada y meticulosamente guardada hasta que la ocasión fuera propicia, lo que no era en esos preciosos momentos.

–"Un cuarto de día, interesante, pero no hay necesidad de siquiera reducir esfuerzos por lo que apenas fueron, unos simples percances en realidad, nos preocupamos demasiado por algo que no nos concierne." –Una mujer castaña se aproximó con una sonrisa desafiante, acomodando sus hermosos y morados guantes a la vez que era cubierta una mitad de su cara con una hermosa máscara hecha de hermosas, pero letales rosas, dejando apenas ver uno de sus ojos aceituna, y así era que la misma observaba paciente la escena, observando la escena sin haber articulado palabra hasta que la dama de cabellos rubios había decidido articular aunque sea una palabra.

–"Murieron en una tierra que no era suya, y no planean siquiera preservar su memoria con tal de seguir en la comodidad de la indiferencia, les sugeriría que por esta vez guardemos silencio, incluso alguien como yo puede entender que habían otras maneras de arreglar el asunto." –Pero una de las personas habla, era nada más que la misma chica que había aparecido en la ciudad de la justicia a robar la gnosis de la manera terca en la que lo hizo, quien tuvo la mala suerte de haber encontrado el terrible escenario, con sus propios compañeros ardiendo, intentándolos salvar en vano, arriesgando su vida, aunque a los ojos de sus superiores de rango, mostraba apenas una pérdida menor, portando su hermoso tocado de flores negras y unos ojos profundos como la noche un destello helado que combinaba con su hermoso y gélido cabello, sin duda Die Schaum iba tan elegante para la ocasión, así como su tan olvidado y enterrado título de aristócrata se encontraba.

꒰୨🌬୧꒱・Raging Winds ₊˚੭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora