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La pelinegra estaba en la cama de su habitación, se encontraba en el apartamento que había adquirido hace unos meses atrás

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La pelinegra estaba en la cama de su habitación, se encontraba en el apartamento que había adquirido hace unos meses atrás

Su cabello se encontraba desordenado, llévaba puesto una de suscamisa que le quedaba bastante grande y un pantalón de cuadros igualmente grande, no tendría que molestarse en arreglarse ya que no tendría que salir de su casa de todos modos 

Se envolvió más en su sabana mientras revisaba su celular. A la pelinegra le gusta estar en su celular; era su escape de su rutina repetitiva, la cual se negaba a cambiar aunque le resultara agobiante. Su celular le daba la falsa sensación de que las horas pasaban más rápido. Generalmente, el aparato siempre lo mantenía en silencio; el sonido de las notificaciones solo obtenían como respuesta un refunfuño silencioso de parte de la pelinegra

Para disgusto de la mujer, el pequeño icono flotante que avisaba una llamda entrante hizo aparición en la pantalla del celular. El nombre de su amiga y compañera de trabajo hizo presencia. Internamente tuvo un gran debate en si contestar o no contestar, pero se fue por la primera opción. No era común que Sam la llamara, sabiendo la rubia su aflicción por contestar mensajes o llamadas







Llamada en curso 📞
8:45 P.M.
Sam

¿Haz visto el grupo del trabajo? - La pelinegra no tuvo tiempo ni de saludar. La voz de la rubia indicaba todo menos tranquilidad

No - Contesto la mujer - ¿Tenia que hacerlo? - cuestiono entre tanto alboroto 

Mejor, voy para tu casa - Había un poco de alivio en su voz, pero no lo suficiente. Cierta nota en la voz de la rubia, que solo se hacía presente cuando estaba preocupada o algo malo había pasado, despertó las alarmas de la pelinegra 

Sucedió algo - Dedujo rápidamente, se incorporó de inmediato, peinando su cabello en el proceso

Llegare a tu casa en 15 minutos - Fue lo ultimo que dijo antes de colgar dejando a la mujer muy confundida 

Llamada finalizada
8:50 P.M.







Los dedos de la mujer se deslizaron por la pantalla del celular con agilidad, estos buscaban una sola cosa: el grupo de compañeros de su trabajo. Nunca había nada relevante que ver en ese grupo, así que no era de extrañar que tuviera unos 300 mensajes sin leer

Bajó rápidamente hasta el último mensaje. Se esperaba cualquier cosa: un meme de mal gusto enviado por su jefe o quizás un aviso de la próxima reunión de parte de la secretaria. Pero lo que sus ojos observaron esa noche se iba a quedar en su mente por el resto de su vida

El celular cayó sobre el colchón, rebotando un par de veces antes de caer definitivamente. Megan podría jurar que sentía cómo su corazón amenazaba con salirse de su pecho, los latidos acelerados y un nudo que se posicionó en su garganta. Un largo suspiro salió de la boca de la pelinegra, un débil e inútil intento de recuperar un poco de la calma que estaba experimentando hace unos minutos atrás

Su madre le había dicho que no confiaba en su exnovio y debio haberle hecho caso. Un año atrás, Megan había empezado esta relación con su compañero de trabajo. A los ojos de la mujer, John era el hombre perfecto: un detective excepcional, carismático y que no tenía miedo de mostrar sus sentimientos. Como toda mujer ciegamente enamorada, Megan accedía a todo lo que John le pedía

Así fue como pudo convencerla con una manipulación bien aplicada y  fueron con las simples palabras: "Si no lo haces, siento que en verdad no te importo y no confías en mí" fue de esta manera que este hombre pudo tener en su poder las fotos íntimas de la pelinegra

Megan volvió a agarrar su celular con frustración. La pantalla seguía iluminada por el chat del grupo. Sus ojos fueron capaces de captar algunos mensajes que fueron enviados después de las imágenes, lo que solo le daba ganas de vomitar

Se sentía vulnerable. Después de unos minutos en los cuales su cerebro pudo procesar lo que estaba pasando, una lágrima recorrió su mejilla, bajando lentamente hasta caer en las sábanas blancas de la cama. Se permitió llorar, se permitió creer que quizás esto era su culpa, que su vida se estaba acabando por su culpa

Megan podía jurar que veía cómo se derrumbaba su vida en cada lágrima que caía en las sábanas de su cama, y todo era por su culpa










Megan podía jurar que veía cómo se derrumbaba su vida en cada lágrima que caía en las sábanas de su cama, y todo era por su culpa

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Hola, quise corregirlo un poco. Espero que esté mejor así (~ ̆▾ ̆)~

Besossssssssssssssss

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⏰ Última actualización: Mar 30 ⏰

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𝘽𝙪𝙩𝙩𝙚𝙧𝙛𝙡𝙮 - 𝗷𝗮𝗸𝗲 𝗽𝗲𝗿𝗮𝗹𝘁𝗮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora