AU escolar, Aioria y DM tienen 14 años y van en secundaria.
-Debes estar de broma- exclamo un peliazul de cabello corto al ver a cierto castaño que estaba enfrente de la puerta principal de su casa- ¿qué haces aquí gato?- pregunto con cierta molestia.
-No estoy aquí por gusto- le respondió el susodicho con el mismo tono que el peliazul uso con él- tienes que cuidar al bebé- le dijo estirando los brazos para entregarle un bulto envuelto en cobijas.
-¿Estas de broma?- pregunto haciendo una mueca de desagrado.
-No voy a hacer yo todo el trabajo- le respondió mas molesto.
-Piérdete- le dijo con la intención de terminar la discusión y cerrando la puerta en su cara. O esa era la idea, porque cuando ya estaba por cerrarla por completo, el castaño puso el píe.
-No hemos terminado- le dijo aprovechando para meter también una mano y abrir la puerta- tienes que hacerte responsable.
-Largo de mi casa Aioria- le grito molesto- o le diré a mi tío que viniste a molestar- le amenazo señalando la puerta.
-Por favor- dijo Aioria rodando los ojos- él me adora Ángelo- le respondió con una sonrisa confiada.
-Agh- grito el mencionado frustrado mientras caminaba hacia la cocina, el castaño tenía toda la razón. Su tío (quien era su tutor legal) en verdad apreciaba al castaño, prácticamente lo consideraba un hijo. Pese a que Ángelo y Aioria ya no se llevaban bien, sus familias eran muy amigas. La ventajas y desventajas de ser vecinos de al lado.
-Mira, yo tampoco quiero estar aquí contigo más de lo necesario, pero no me voy a ir de aquí hasta que cumplas con tu parte del trabajo- le dijo siguiéndolo insistentemente sin soltar el bulto.
-Ay por favor, solo déjalo ahí y vete ¿quieres?- le grito para luego revisar una olla de comida en la estufa.
-¿Y dejar que arruines mi calificación? Ni de broma- le respondió sarcástico.
-Por favor ¿qué tan difícil puede ser cuidar esa cosa?- le contesto sin mirarlo.
-Ese es mi punto, si hubieras puesto atención sabrías que esta "cosa" requiere cuidados muy específicos y que nuestra nota esta directamente relacionada a que tan bien lo cuidemos- Aioria sentía los nervios de punta. Siempre era lo mismo con el peliazul. No era mas que un irresponsable y un perezoso sin remedio- ¿por qué me tuvo que tocar este trabajo precisamente contigo?- se preguntó en voz alta tallándose la cabeza con ambas manos furiosamente.
-Escucha Aioria, yo...- Ángelo lo miro por un momento antes de seguir con su platillo. Dio un pequeño suspiro y luego volvió a ver al castaño, quien empezó a quitarle las cobijas al bulto para ver a ese extraño muñeco que les habían encargado cuidar como parte de un proyecto escolar- ¿qué haces?- le pregunto con cierta curiosidad.
- Reviso que este bien- le contesto revisando un medidor en la panza del "bebé" y asegurarse que seguía en verde, que era el parámetro indicado para una buena puntuación al final del proyecto. Si bajaba a amarillo y no lograban subirlo a verde nuevamente, obtendrían una calificación deficiente y su llegaba a rojo, reprobaban automáticamente, sin posibilidad de cambio.
Justo en ese momento, el bebé empezó a llorar.
-Creo que ya es hora de darte de comer- dijo poniéndolo en la mesa y buscando los accesorios que les entregaron para cuidarlo.
-Por favor haz que se calle - dijo el peliazul tapándose lo oídos.
-Estoy en eso ¿de acuerdo? - le dijo mientras buscaba su biberón en su mochila.
-¿Siempre es tan escandaloso?- preguntó Ángelo cada vez mas irritado. El llanto del bebé se hacía cada vez mas fuerte.
-No lo sé, no dijeron nada de eso en clase- contesto mas nervioso, lo que hizo más difícil su búsqueda.
-Basta, yo me encargo- dijo el peliazul al llegar a su limite de paciencia. Apago el fuego de la estufa y camino hacia el bebé.
-No, no, no te atrevas- se interpuso Aioria viendo cual era el plan del otro.
-A un lado Aioria- le ordeno tratando de esquivarlo para llegar a esa cosa.
-No- le dijo firme sin dejarle pasar- si lo golpeas o se cae, reprobamos en automático-
-Bien ¿entonces que sugieres?- le pregunto rechinando los dientes.
-¿Puedes cargarlo CON CUIDADO y llevártelo a la sala mientras busco el biberón?- le sugirió también irritado. El llanto del bebé ya estaba demasiado fuerte para ambos.
-¿Yo?- esa idea no le gustaba para nada.
-Te tardaras mucho, si hubieras prestado atención sabrías que...-
-Si, ya entendí, ya voy- le interrumpió tomando al bebé y llevándoselo a la otra habitación.
Con esa ayuda, Aioria pudo buscar con mas calma y pudo encontrar el biberón, pero además decidió buscar el pañal, por cualquier cosa. No quería hacer enojar mas a Ángelo.
Estaba tan concentrado en su trabajo, que no noto el silencio que lo rodeaba hasta que encontró las cosas.
-Oh no- pensó Aioria asustado ¿acaso Ángelo lo había roto?
Corrió tan rápido como pudo a la sala, solo mirar con la boca abierta. No podía ver lo que veía. Ángelo lo estaba arrullando con mucho cuidado. Incluso el bebé hacía unos ruiditos de alegría mientras lo acunaba y le balbuceaba cosas inentendibles.
Aioria sonrió luego de que se le pasara el shock, era una escena sinceramente adorable a su parecer. Nunca creyó ver que Ángelo, el tipo mas rudo que conocía, pudiera ser tan lindo. Ojalá tuviera su teléfono para grabarlo y verlo todo el día.
-Ya, ya bebé- susurro Ángelo de mucho mejor humor. Realmente apreciaba el silencio y esa cosa no era tan molestaba cuando hacía esos ruiditos graciosos.
-Awww sabia que no eras un mal chico- dijo con una enorme sonrisa de satisfacción y complicidad.
Para sorpresa de Aioria, Ángelo no dijo nada, solo siguió arrullando al bebé con toda la cara roja.
-¿Ya lo encontraste?- pregunto tras toser un poco.
-Si, aquí esta- se lo mostro mientras se acercaba a él.
-Eso no es un biberón- comento confundido.
-En realidad es un sensor, lo pasas para que cuente como que lo has alimentado- le explico mientras tomaba asiento en un sillón.
-¿Cómo?- el peliazul realmente estaba perdido.
-Ven, siéntate y te explico- palmeo al espacio que tenía al lado, una invitación para sentarse junto a él.
-De acuerdo- acepto Ángelo bastante rápido y tranquilo.
-Mira, lo que debes hacer es...- Aioria le empezó a explicar cada detalle. Solo que no lo hizo como lo había planeado antes de tocar la puerta hace unas horas, sino que en un estado feliz y emocionado hasta cierto punto.
Por su parte, Ángelo lo escuchaba atento, incluso se acercó mas al castaño para poder ver como le enseñaba a cuidar al bebé.
Jamás lo admitiría, pero realmente estaba agradecido con ese bebé de plástico por haber hecho que tenga ese momento tan intimo con Aioria.
Era muy consciente de que había alejado al castaño desde que entraron a la secundaria culpa de su pésima actitud, pero ahora no dejaría pasar esa oportunidad para disculparse con su vecino.
Después de todo, tal como dijo Aioria, debían cuidarlo entre los dos, lo que significaba que debían pasar bastante tiempo juntos.
Con suerte podrían arreglarse y volver a estar juntos y podría empezar invitándole a su "esposo" una buena cena luego de cuidar al bebé.
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Flufftober 2022- Edición AioriaxDeathMask
FanfictionTal como dice el nombre, es un reto de fanfics en el que he decidido participar este año para probar algo nuevo y quitarme un poco la fatiga mental que tengo y que mejor que con uno de mis ships favoritos. Espero les guste Ps: Portada temporal, en l...