La historia de Lord Voldemort siempre solía ser contada en cada noche de brujas, en salem. Para todos los habitantes del lugar podría ser considerada como algo sagrado, excepto para Draco Malfoy, un recién llegado al lugar.
Pues para él aquello era...
En el año de 1692 los juicios por la brujería estaban en su máximo esplendor debido a las grandes desapariciones de los niños del pueblo de Salem. A pesar de las arduas investigaciones no lograban dar con la persona, o personas responsables de aquellos actos. Lo único que se sabía es que por la noche los niños parecían salir de su casa sin hacer el mínimo ruido posible, hasta perderse en lo más profundo del bosque prohibido.
Si bien había algunas personas que parecían ser sospechosas no se les podía demostrar del todo culpabilidad, por lo que el alcalde de ese entonces sentía la presión de no poder hacer nada al respecto para poder ayudar a su pueblo.
Una de las familias que habían sido primeros sospechosos en las desapariciones habían sido los Weasley, pues a pesar de tener varios hijos ninguno había desaparecido. Claro que gracias a la ayuda del alcalde pudieron demostrar la inocencia de estos, y posteriormente alegrarse de que no fuesen uno de los afectados.
Sin embargo aquello cambio por completo, sin que nadie lo pudiese evitar.
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Una madrugada Ronald Weasley despertó al notar que su hermanita menor, la más pequeña de la familia no se encontraba en la cama que se encontraba al lado de la suya. Inmediatamente se puso de pie para poder salir de la casa donde vivía con sus padres para poder buscar donde podría estar la menor. Durante las noches Salem solía ser un lugar terrorífico, pues por el toque de queda no se encontraba ni una sola alma a la vista, y la única luz que tenían era la de las puertas en las casas lo cual no ayudaba mucho.
- ¿Ron? ¿Que haces? - Su hermano Percy había salido al notar al ajeno fuera de la cama, sin poder reprimir un bostezo le miro con una mirada acusadora esperando una explicación.- ¿Bien?
- Ginny desapareció, cuando desperté no estaba en su cama.
- ¿Como que no estaba? ¿Y no está en el baño o la cocina?
- No, estoy seguro de que algo malo esta por pasar. - Percy iba a responder cuando logró ver algo a lo lejos, por lo que no dudó en señalarlo. Caminando lentamente hacia el bosque prohibido se encontraba su hermana, por lo que sintió su corazón acelerarse.- Allá esta, es Ginny.
- ¿Estara pérdida?
- No, avisa a papá y a los del pueblo, yo los veo allá.
Sin esperar respuesta alguna por parte de su hermano, Ron salió corriendo hacia el interior de aquel bosque que había evitado desde pequeño. Por salir a las prisas había olvidado ponerse algún calzado, sentía las ramitas y piedras lastimar sus pies pero aquello era poco importante en aquellos momentos. Lo único que le importaba era que su hermana estuviese bien, y que pudiera volver a su casa sana y salva.
No tardó en llegar a una cabaña que a simple vista parecía estar abandonada, sin embargo la luz que se lograba ver al interior de esta confirmaba que había alguien dentro. De manera sigilosa se acercó para poder ver por la ventana quien se encontraba dentro, y a su vez escuchar, pues con suerte podría encontrar a alguno de los niños que habían desaparecido.
