Tres días, ese era el tiempo que llevaba evitando a Chifuyu. Había cambiado absolutamente todas mis rutinas para evitar encontrármelo por casualidad. Ni podía, ni quería verle porque solo con ver esa cara adorable me entraban ganas de correr a sus brazos y no soltarle nunca. Me gustaba ese chico, me gustaba como jamás me había gustado ninguna chica y lo que comenzó como un juego se había transformado en una tortura. Pensé que había muchas posibilidades de que acabase cayendo en mis brazos antes si quiera de que el imbécil de Keisuke se diese cuenta de lo que sentía ese chico por él, igual que pensé que si no era el caso, sería capaz de soportar verlos juntos, porque ambos eran mis amigos, pero estaba equivocado en eso también. En el momento que Chifuyu me dijo que había besado a Keisuke supe que la había cagado y bien, un dolor se instaló en mi pecho y ,aunque intenté que él no lo notara y seguí actuando con normalidad, supe que era cuestión de tiempo que todo lo que estaba sintiendo explotase. Chifuyu era un manojo de contradicciones sabía que me detestaba, me lo había dejado claro en muchas ocasiones, pero luego actuaba a la inversa. Me decía que le gustaba Keisuke pero luego que yo besaba mejor, me insultaba y luego me besaba, me apartaba de él y luego me acariciaba, parecía estar celoso y luego me envía a la mierda, nada tenía sentido con él, lo cual me encantaba, y había hecho que me aferrase a la pequeña esperanza de que quizá él también estaba empezando a sentir algo por mi. Esperanza que me abandonó de lleno al escuchar que Keisuke le había dicho que el no besaba a sus amigos, que sentía algo más.
No podía evitar a Chifuyu para siempre, igual que tampoco podía actuar seco con Keisuke, en algún momento los vería en una reunión y tendría que poner mi mejor cara, afrontar mis errores y seguir hacia adelante, pero iba a aguantar así hasta que todo explotase, hasta que no me quedase más opción que seguir avanzando. Pasé por delante de la cafetería donde pensaba traer a Chifuyu y miré en su interior viendo que no había demasiada gente y que seguía estando la promoción de la tarta gratis. Algo dulce me vendría bien, entré sin pensármelo demasiado y me senté en una de las mesas que daban a la calle esperando a que viniese la camarera a tomarme nota. Apenas me vio, una chica rubia de ojos enormes, se acercó.
- Bienvenido. – dijo con una voz dulce. - ¿Sabe lo que quiere? Le informamos que, como promoción de apertura, con todas las bebidas especiales de la carta se incluye un pedazo de nuestra especialidad, la tarta de nata y fresas.
- Si, lo he visto fuera. – sonreí. - ¿Hay algo que me recomiendes? Me gustan las cosas dulces y diferentes.
- En ese caso quizá el batido "Fiesta de nueces" Es un batido de Chocolate y avellanas con un toque a nuez moscada, caramelo y pistacho y por el mismo precio incluye también nata con cacahuetes por encima. – la chica frunció ligeramente los labios, un gesto que me recordó a Chifuyu más de lo que debería. – Aunque si quiere también hay uno de sandía y fresa sin leche que a mi personalmente me encanta.
- El de las nueces esta bien, supongo que llevo un tiempo que tiro más hacía las nueces que hacía las sandías. – bromeé a sabiendas de que esa chica no entendería el doble sentido.
- Perfecto, ¿grande y con nata? – asentí. – Enseguida se lo traigo.
- Gracias.
Sonreí de vuelta observando como la chica se acercaba a toda prisa a la barra, desde luego era un sitio acogedor al que me gustaría haber traído a Chifuyu. Estuve perdido en mis pensamientos hasta que escuché a alguien aclarándose la garganta frente a mí. Alcé la mirada esperando encontrarme a la chica diciéndome que cambiase mi pedido por algún motivo, pero como si fuese una señal del destino, me topé con los ojos celestes y el ceño fruncido de Chifuyu.
- ¿En serio has venido sin mí? – preguntó con un tono bastante molesto.
- Hola, chico lindo. – dije aparentando normalidad entre nosotros. – Tenía hambre y he parado un momento, no sabía que tenía que avisarte.
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Un pequeño juego [Ryusei Sato x Chifuyu Matsuno]
FanfictionChifuyu vuelve a casa acompañado de su némesis, la persona a la que quiere destronar como vice capitán de la primera división Ryusei Sato. Lo que Chifuyu no imaginaba es que la vuelta a casa con alguien como él iba a ser tan entretenida