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En un pueblo cercano a la capital, se encontraba un colegio con alumnos ordinarios, totalmente normal, aburridos de la vida, con la esperanza de pasar el año sin hacer ni una tarea, esperando un milagro para pasar las evaluaciones de su profesora de trigonometría, rezando por pasar haci fuese con una nota mínima.

Pero en este día estaban esperando más milagros de lo normal, era lunes en la mañana y en una casa en un barrio tercermundista se despertaban dos hermanas, con las más mínimas ganas de dejar la cama, haciendo pereza con rabia de ser obligadas a abrir sus ojos por un sistema educativo absurdo, solo para esperar terminar un bachiller y supuestamente salir adelante.

Pero este no sería un día normal, sería uno de los mejores y el último para muchos.

La hermana mayor, Paola, se levantó a toda prisa al mirar en su reloj rosado de Hello Kitty que ya marcaba las 6:35 AM corriendo, fue al cuarto de su hermana menos y sin la menor precaución le aventó un cepillo de peinar que estaba sobre el tocador, dándole justo en la cara su hermana inaudita despierta súper emputada preguntándose qué pasaba a lo que Paola le responde, marika está retarde levántese!!! 

Johana a toda prisa se levanta mientras su hermana corre a alistarse, las dos se ponen su uniforme y a toda prisa empacan dos lápices, uno para cada una un zaca punta y salen corriendo sin siquiera peinarse o despedirse de su madre, corrían a toda prisa rumbo a su colegio tercermundista, pues, no era un día normal y tenían una prueba muy importante, el IFECS y lo peor ya iban tarde.

Al llegar al Colegio pasan por la portería corriendo llegan al salón, tocan la puerta la cual ya se encontraba cerrada y adentro solo se escuchaba la voz de su profesora de trigonometría Amanda y los murmuros de la bola de imbéciles que tenían por compañeros a excepción de algunas niñas que eran todo lo contrario.

Al tocar la puerta, esta se abre y deja ver el rostro cansado de Amanda con una mirada de enfado, sigan les dice la profesora, nosotras entramos tratando de no hacer ruido, ponemos nuestras maletas en nuestros respectivos pupitres y nos dedicamos a poner atención a las exposiciones de Amanda.

Despierta de escuchar las "indicaciones" que realmente ya sabíamos, empezamos a resolver nuestra prueba de 100 preguntas con solución de a, b, c.

Todos concentrados respondiendo lo que sería la prueba que defina nuestro futuro, era tener nuestra carrera deseada con un excelente sueldo, si la prueba quedaba bien y daba un resultado mayor a 350 o era vivir en el pueblo tercermundista vendiendo abonáis y paletas, Drácula, sin contar que si sucedía esto nuestra madre nos iba a sacar a patadas a la calle a nuestra suerte, que no es que fuera muy buena.

Paola solo pensaba en un milagro que la salvará de las pruebas, que se devolviera el tiempo a la noche anterior para poder estudiar en vez de estar viendo la saga completa de Harry Potter junto a su hermana, pero esto era casi imposible, clavada en sus pensamientos la interrumpe el sonido alarmante de un celular, quien lo diría era el celular de César de nuevo, al escucharlo Amanda lo manda a callar si es que no quería salir del salón y no presentar las pruebas, este solo cuelga la llamada y pone el celular sobre el muro de la ventana.

Después de un rato, Paola y Johana siguen sin saber nada de las pruebas y para empeorar las cosas no pueden sacarse la canción del tono de llamadas de César de la cabeza, y es que como sacar una canción de Vicente Fernández de tu cabeza.

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⏰ Última actualización: Oct 05, 2022 ⏰

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