4 Mike

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La noche era fría, estaba un can de orejas amarillas durmiendo en su "refugio" el cual era una madriguera del algún zorro o talvez la de una comadreja,el niño tenía tierra en sus cabellos color chocolate, este roncaba un poco del sueño que tenía, una rama rompiéndose  desperto al niño el cual dió un brinco al escuchar el ruido crujiente.

Se inclino por la entrada y ve a otro niño de talvez 2 años mayor a el,
Tenía el mismo" aspecto de aquel dragón, solo que su cabello era castaño y no blanco, sus escamas eran rojas y este se recostaba en el suelo, se sujetaba el brazo y rugía despacio y muy bajo, era como un murmuró y no un rugido.

Era como si se estuviera quejando, el mitad perro curioso se aserco al reptil, el cual dió la vuelta y de inmediato dió un salto asia atrás mostrando sus intimidantes dientes de dragón y con la pupila de sus ojos en una linea, el mitad perro miro alos ojos al niño el cual asia un sonido escalofriante, el can pudo divisar unos ojos bicolor, el can se escondió asustado mostrando sus orejas caninas y gruñendo despacio, de forma que el reptil capte de que el también se siente amenazando.

–......grrr...–

giro un poco su cabeza, miro asia ambos lados repetidas veces y camino despacio asia la madriguera, los dos no se veían con claridad, pero podían divisar su rostros gracias alas luciérnagas que iluminaban el encantador pantano, el dragón escucha el ruido de unos huesos moviéndose, de inmediato entra en la madriguera, está tuvo que volver asu forma humana al ser su cola demasiado grande para la madriguera.

El can ahogó un grito y se iso a una esquina, sacando sus garras. El dragón se acurrucó en la otra esquina y miro al mitad perro el cual temblaba de frío y seguía ala defensiva, ninguno decía nada, era un silencio peligrosamente incómodo, sin contar que el ambiente era tenso, ninguno se atrevía a soltar ningún sonido, se escucho como un esqueleto caminaba con un arco en sus manos esqueléticas, este recorria el lugar con las cuencas vacías dónde en algún momento hubieron ojos.

Era aterrador  para el can, y el dragón solo se se escondió más asea atrás, podía defenderse del esqueleto pero por alguna razón no asia nada, el dragón al ver que el esqueleto se iba apiló con sus manos un puño de hojas secas y en un soplido prendio fuego al escombro de hojas, los dos pudieron verse con más claridad, un niño mitad perro y otro mitad dragón, tan diferentes....el mitad perro se empujo más asia atrás, chocando más contra la humedad de la madriguera, el dragón palmea un lugar serca de el, el mitad perro aún desconfiado lo mira con intensidad intentado captar lo que quería el de ojos bicolor.

–ven.–

–no.–

–no fue una pregunta–

–.....–

Los dos se vieron fijamente, el mayor iso el mismo sonido tenebroso de antes.

Era una advertencia.

El Cachorro aun asi se negó a sentarse serca del reptil el cual no tenía intenciones de Aser un escándalo por eso se acostó y miro al mitad perro, esté miraba el fuego, se transforma completamente en un lobo, o eso parecía, su forma de lobo era extraña, tenía su pelaje de un amarillo brillante, sus orejas eran caídas.

El dragón miro con cierta impresión al lobo dorado frente a el, el cual era más grande que uno promedio, el lobo se acurrucó y sintió la mirada del dragón perforar asta lo más profundo de su ser.

–......–

–quien eres chico perro..–

–quien.....soy?– sin necesidad de abrir los labios su voz resonó como un eco.

El can pensó quien podia ser el, en ese momento estaba teniendo una crisis existencial.

–.....si no vas a contestar al menos dime tú nombre–
Iso una mueca de aburrimiento mientras el can pensaba su respuesta.

«100%... ¿puro?»Where stories live. Discover now